La obra está a cargo del Ministerio de Defensa que dirige Avigdor Lieberman, quien ha destacado que es «un proyecto único» que supone un retroceso para Hamás, «que pierde otra capacidad estratégica en cuyo desarrollo ha invertido mucho».
Según publicita el diario israelí ‘Haaretz’, la barra tendrá tres capas: una submarina, otra de piedra sobrepuesta y una valla de alambre de espino a nivel del agua. La valla estará a su vez rodeada por otra barrera fortificada.
La prensa israelí explica que la iniciativa se debe a una infiltración de Hamás en 2014 en la que los milicianos lograron penetrar en territorio israelí a través del mar. Después se instaló un sensor submarino en la frontera marítima para detectar a submarinistas y bañistas.