El grupo ha señalado que el objetivo era una acto político que se celebraba en la ciudad, según ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press. Sin embargo, la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas, ha indicado que el objetivo sería un vehículo que trasladaba a miembros de las fuerzas de seguridad.
El portavoz del gobierno provincial, Ataulá Joghyani, aseguró tras el ataque que la explosión no había tenido lugar cerca del estadio donde el antiguo ‘señor de la guerra’ y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, había celebrado un acto político.
El atentado fue perpetrado alrededor de diez minutos después de que terminara el acto y Hekmatyar no figura entre las víctimas. Previamente, fuentes oficiales habían señalado que la explosión se había registrado cerca del estadio.
Hekmatyar, una de las figuras centrales del conflicto en el país, regresó en 2017 a Afganistán tras la firma de un acuerdo de paz entre su grupo y el Gobierno y ha pedido desde entonces a los talibán –de los que fue aliado– que participen en un diálogo para poner fin a la guerra.