El plazo que la jueza estadounidense Marcia G. Cooke se dio para responder a la solicitud de libertad bajo fianza del expresidente panameño Ricardo Martinelli, cuya extradición ha reclamado la Justicia de su país, vence hoy.
Además, teóricamente la defensa de Martinelli todavía podría hoy anunciar que apela el fallo de Cooke, que corroboró la decisión del juez Edwin Torres de dar luz verde a la extradición.
Martinelli, que es reclamado por delitos relacionados con un caso de escuchas ilegales durante su presidencia (2009-2014), está privado de libertad desde el 12 de junio pasado.
Sus abogados han solicitado su libertad bajo fianza en varias ocasiones, la última de ellas el 26 de enero pasado a la jueza Cooke, ante la que la defensa presentó un recurso de amparo después de que en agosto pasado el juez Torres considerara que jurídicamente cabe la extradición de Martinelli.
Cooke falló en enero pasado en el mismo sentido que Torres, pero dejó su decisión en suspenso hasta resolver asuntos como la libertad bajo fianza solicitada por la defensa, a la que la Fiscalía se opone, como en anteriores ocasiones, por considerar, entre otras razones, que existe riesgo de fuga.
Si no amplía el plazo que ella mismo se dio, la jueza levantará hoy la suspensión de su decisión, lo que significa que el caso pasará al Departamento de Estado de Estados Unidos.
La defensa de Martinelli, que pidió asilo en EEUU en 2015 y se declara un perseguido político del actual presidente panameño, Juan Carlos Varela, argumenta que no hay razón legal que impida su libertad bajo fianza mientras espera el trámite de extradición.
En su último documento sobre el tema, enviado a la Corte el 6 de febrero pasado, señaló que el tribunal tiene la capacidad de conceder ese beneficio a pesar de que se haya establecido ya que procede la extradición del expresidente a su país.
También hace hincapié en las «circunstancias especiales» que concurren en el caso de Martinelli, de 66 años, y en sus problemas de salud, que, según dicen, se han agravado con su encarcelamiento.
Pero, sobre todo, subraya que están dispuestos a someterse a todas las condiciones que la jueza considere para reducir a cero el riesgo de fuga.
La Fiscalía ha mencionado incluso la posibilidad de que Martinelli se oculte «en algún lugar subterráneo» de Estados Unidos si es puesto en libertad bajo fianza.
La defensa indicó que el tribunal puede hacer que sea «imposible» para Martinelli fugarse y, por tanto, que una vez agotado su derecho a la apelación también le sea «imposible» «frustrar el interés de Estados Unidos en cumplir con los tratados» de extradición.
El expresidente «no tiene intención alguna de ser un fugitivo internacional», subrayaron los abogados de Martinelli en el documento de 16 páginas presentado el 26 de febrero.
Entre las garantías ofrecidas para eliminar la posibilidad de fuga está la disponibilidad de cubrir una fianza de cinco millones de dólares y depositar un 10 % de esa cantidad en el registro judicial.
Martinelli está también dispuesto a entregar su pasaporte y otros documentos de identidad, a permanecer confinado en su casa de Miami con salidas únicamente para citas con los médicos y la Justicia, a ser monitoreado electrónicamente y a cualquier otra medida que el tribunal considere necesaria.