El presidente francés, François Hollande, declaró este domingo que el acuerdo para la destrucción del arsenal químico sirio es «una etapa importante, pero no una meta», y subrayó que hay que prever la posibilidad de sanciones al régimen si éste no lo cumple.
No se descartan sanciones a Siria «si no aplica el acuerdo» ruso-estadounidense para destruir su arsenal químico, y por lo tanto debe mantenerse la «opción militar» contra el régimen de Bashar al Asad, declaró en una entrevista a la televisión TF1.
La ONU podría adoptar una resolución en la que aprueba ese acuerdo «esta semana», añadió. Hollande afirma que la resolución «incluirá la palabra sanciones» y que las amenazas de atacar Siria sin mandato del Consejo de Seguridad lanzadas por Estados Unidos y Francia estaban destinadas a conseguir que Rusia se moviera. «La estrategia ha salido bien», afirmó.
El presidente francés comenzó diciendo que el de Siria «es el conflicto más grave del siglo XXI». En los últimos días en Francia ha habido polémica por el debate generado en el parlamento respecto a si Francia debe o no intervenir en el conflicto. Hollande ha dado por hecho que no va a hacer falta al asegurar que la presión que ha hecho su país junto a Estados Unidos ha dado resultado.
Ha contestado que hubiera consultado a la Asamblea francesa una posible acción militar pero, asegura que de momento no hace falta porque «se ha impuesto una solución diplomática y política». Ahora sólo falta ver si Al Assad cumple.
Hollande desea una transición democrática porque cree que los yihadistas son tan «asesinos como Al Assad». «Deseo que se marche, pero no se trat ade ayudar a los mismos que hemos combatido en Malí», afirma.
Hollande y el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, se reunirán el lunes en París con los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Reino Unido, John Kerry y William Hague: «Vamos a preparar la próxima resolución del Consejo de Seguridad» de la ONU sobre ese acuerdo, dijo al respecto.
El mandatario francés, que en días pasados fue el único país occidental que se unió a Washington en su intención de atacar militarmente al régimen sirio, rechazó las críticas de quienes estiman que fue a remolque de Estados Unidos y alegó que su país es «soberano».