Según las informaciones recogidas por el diario local ‘Premium Times’, el seminario ha sido evacuado tras el ataque, enmarcado en una disputa entre pastores fulani y la dirección por el pastoreo en las instalaciones y sus alrededores.
El comisario de la Policía de Taraba, David Akinremi, ha indicado que el cura, identificado como Cornelius Pobah, ha sido ingresado en un hospital de Jalingo con un disparo en la pierna.
Asimismo, ha dicho que «algunos pastores habían venido en el pasado a las instalaciones para pastorear a su ganado y el cura se había enfrentado verbalmente a ellos por esto». «Los atacantes hablaban fulani», ha agregado.
El incidente ha tenido lugar menos de una semana después de que cientos de cristianos se manifestaran en la capital de Nigeria, Abuya, para denunciar las decenas de ataques ejecutados por pastores fulani –principalmente musulmanes– en el centro del país en los últimos meses.
La protesta tuvo lugar en el Centro Nacional Cristiano después de una mesa celebrada en el lugar tras el entierro en Benue de 19 personas asesinadas en marzo en un ataque contra una iglesia.
El primado de la Iglesia de Nigeria, Nickolas Okoh, dijo que los nigerianos «han sufrido un duro golpe por parte de los pastores» y manifestó que «los nigerianos no entregarán su país por ningún motivo».
«Sabemos que musulmanes, cristianos e incluso no creyentes han sido asesinados. Esto es una guerra psicológica y no debemos ser intimidados», recalcó, antes de criticar al Gobierno por su gestión de estos incidentes.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, achacó en enero los últimos enfrentamientos entre pastores fulani y agricultores –principalmente cristianos– a la disputa por la tierra al aumento de la población en el país.
«Cuando Nigeria logró la independencia, la población del país estaba estimada en 63 millones de personas. La población hoy es de cerca de 200 millones, mientras que la tierra ni ha aumentado ni aumentará», sostuvo.
Nigeria cuenta con amplios pastizales en el norte del país, si bien la desertificación y los ataques de la secta islamista Boko Haram han empujado a muchos pastores hacia el sur, entrando en conflicto con los agricultores de la zona.
Los pastores fulani, mayoritariamente musulmanes, y los agricultores, fundamentalmente cristianos, han protagonizado enfrentamientos durante décadas en torno a los territorios y los recursos, especialmente en el centro del país.