Hague ha informado este lunes en la Cámara de los Comunes del pacto preliminar sellado entre las autoridades iraníes y los países del Grupo 5+1 –Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Alemania– y ha defendido su importancia como método para resolver las dudas que suscita el programa nuclear de la República Islámica.
«Pedimos a todo el mundo, Israel incluido, que no dé ningún paso que debilite este acuerdo y se lo dejaremos muy claro a todos los implicados», ha advertido el jefe de la diplomacia británica, un día después de que el Gobierno israelí tachase de «error histórico» el acercamiento a Teherán.
Para Hague, se trata de un «paso significativo» para fomentar la «seguridad» en Oriente Próximo y «prevenir la proliferación nuclear». En este sentido, ha dicho que se trata de un gesto «importante, necesario y completamente justificado» y ha apostillado que el «error» sería no haberlo firmado.
No obstante, ha subrayado que el acuerdo reserva a las potencias el «derecho» de verificar la voluntad iraní. El ministro de Exteriores británico ha dicho que si Irán incumple los «compromisos» adquiridos, dentro de los cuales ha acordado frenar algunos de sus programas más controvertidos como el enriquecimiento de uranio, deberá asumir una «gran responsabilidad».