«Lo preocupante no es lo que dice Putin. Es lo que no dice», indica la directora adjunta del Programa de Emergencias de HRW, Anna Neistat. «Ni una sola mención», dice, «a los indignantes crímenes cometidos por el Gobierno sirio, ampliamente documentados por Naciones Unidas, grupos pro Derechos Humanos locales e internaciones y numerosos periodistas», indica Neistat, que cita «asesinatos indiscriminados, ejecuciones, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias».
«Ni menciona, tampoco, la continua transferencia de armas de Rusia a Al Assad durante los últimos años y medio», lamenta Neistat, quien además señala que Putin también elude mencionar la responsabilidad directa del Gobierno sirio en el inicio del conflicto, «ya que fueron ellos quienes empezaron a disparar a manifestantes pacíficos, incluso antes de que comenzara el conflicto».
En relación a la petición de Putin para que Naciones Unidas intervenga en el conflicto, HRW recuerda que «Rusia ha vetado o bloqueado cualquier tipo de acción del Consejo de Seguridad para ayudar a los civiles sirios».
Por otro lado, sobre la reciente oferta rusa para que el presidente sirio se deshaga de su arsenal de armas químicas, HRW aplaude la medida pero «no servirá para llevar ante la justicia a los responsables del ataque del pasado 21 de agosto en Damasco».
EEUU y diversas ONG acusan del asalto con armas biológicas al régimen de Al Assad, pero Putin considera que los rebeldes podrían haber lanzado el ataque, con armas químicas capturadas del Ejército sirio, para forzar la intervención internacional, pero HRW considera que esta postura no tiene validez: «Putin acusa sistemáticamente a la oposición, ignorando todas las pruebas disponibles de lo contrario, y lo hace sin aportar ni rastro de sus propias investigaciones».
«Cabría preguntarse por qué Rusia se sigue oponiendo con tanta fiereza a llevar a Siria al Tribunal Penal Internacional, una decisión que sería coherente con el Derecho Internacional que tan ansioso está Putin por defender en su pieza de opinión», indicó Neistat.