Fuentes del ministerio citadas por el diario turco »Hurriyet» han indicado que «las implementaciones internacionales en torno a este asunto están siendo investigadas».
Este mismo lunes, el ministro del Interior, Muammer Guler, ha indicado que varias personas han sido detenidas en la localidad de Izmir en respuesta a lo que ha descrito como »twits» «provocativos».
«Tenemos un estudio sobre aquellas personas que provocan al público a través de manipulaciones con noticias falsas que desencadenarían acciones que podrían amenazar la seguridad de la vida y las propiedades a través de Twitter, Facebook y otras redes sociales», ha dicho Guler.
La semana pasada, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), liderado por el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, reclamó una «regulación legal» de las redes sociales y advirtió de que un mensaje a través de Twitter puede ser «mucho más peligroso que un coche bomba».
El responsable de prensa del AKP, Alí Sahin, reclamó una «regulación legal» para las redes sociales a fin de que «la gente sea responsable de lo que escribe». «Como resultado de un tweet, la gente saquea comercios y quema vehículos, y el que los escribe debe asumir las consecuencias», agregó.
«El Gobierno elegido está siendo objeto de una conspiración, hay un intento de derrocar al Gobierno a través de las redes sociales», denunció Sahin. «Todo eso debe tener un coste, un castigo», recalcó.
«Un tweet con mentiras y calumnias es mucho más peligroso que un coche bomba. La explosión de un vehículo cargado de explosivos puede tener un impacto limitado, pero un tweet cargado de mentiras y calumnias puede contribuir a crear un ambiente conflictivo», remachó.
El propio Erdogan calificó recientemente a Twitter de «plaga» a causa del impacto de la red social en las actuales manifestaciones antigubernamentales.