Las partes retomaron el lunes el diálogo iniciado el 1 de diciembre en Santo Domingo con seis países –Chile, México, Paraguay, Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas– como acompañantes y con el presidente dominicano, Danilo Medina, y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero como mediadores.
Al término de la última sesión, la del martes, el jefe del equipo del Gobierno, Jorge Rodríguez, aseguró que «habrá acuerdo». «Estoy casi seguro, en un 98 por ciento», dijo en una rueda de prensa desde Santo Domingo. «Únicamente falta que nos pongamos de acuerdo en dos puntos de los seis que engloba la discusión», precisó.
Ya el miércoles, Rodríguez ha anunciado que «hay un preacuerdo». «Se firmó un acta con los elementos de entendimiento», ha afirmado y ha explicado que los «mínimos detalles» pendientes se pulirán en las próximas 72 horas en un último esfuerzo negociador que tendrá lugar en Caracas. El también ministro de Información y Comunicación incluso se ha aventurado a indicar que el acuerdo final se rubricará el 5 de febrero.
Sin embargo, el jefe negociador de la MUD, Julio Borges, ha aclarado este miércoles en otra comparecencia desde Santo Domingo que «no hay acuerdo» porque, «a pesar de que hay avances en algunos temas, no todos los temas han podido ser cerrados». Borges ha subrayado además que las partes negocian bajo la premisa de que ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’, por lo que ha criticado las palabras de su homólogo.
Borges ha explicado que la delegación de la MUD partirá hacia Venezuela para compartir con la coalición opositora el resultado de este último ciclo de conversaciones y adoptar una decisión «unitaria». «Hay muchos temas importantes que requieren seguir trabajando para ver su como resultado final de logra un acuerdo», ha incidido.
Medina, que también ha hablado para la prensa este miércoles, ha entregado una versión conciliadora indicando que «hay un acta firmada por ambas partes» que –ha recalcado– no puede considerarse un acuerdo porque «nada está acordado hasta que todo esté acordado». «Hay una sola copia y yo soy su custodio», ha remachado, negándose a revelar el contenido de este documento.
Esta es la mejor oportunidad que han tenido el Gobierno y la MUD de llegar a un consenso tras los numerosos intentos que han protagonizado desde la muerte de Hugo Chávez. El principal objetivo de la oposición es que el Ejecutivo haga las cesiones necesarias para que las elecciones presidenciales que se celebrarán este año sean creíbles para ambos, aunque también buscan la creación de un «corredor humanitario» y la liberación de presos políticos, entre otras cosas.