Bozdag, que ejerce de portavoz del Gobierno, ha indicado en una rueda de prensa celebrada en Ankara que pretenden que el estado de emergencia se mantenga al menos otros tres meses.
Esta medida, ideada como algo excepcional, ha sido prorrogada en varias ocasiones, a pesar de que, conforme a la Constitución, debería tener una vigencia máxima de seis meses.
El también viceprimer ministro Numan Kurtulmus esgrimió el pasado 3 de enero que «la limpieza» de los elementos golpistas todavía no había concluido.
El estado de emergencia permite suspender derechos y libertades fundamentales y, según los críticos, ha sido utilizado por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, para eliminar a sus adversarios políticos.
Desde la asonada militar, miles de empleados públicos han sido cesados y otras miles de personas han sido detenidas por sus supuestos vínculos con el influyente clérigo Fetulá Gulen, al que el Gobierno culpa del alzamiento militar.