«Estos actos deplorables han encontrado por desgracia eco en varios órganos de la prensa libre y de ciertos portales electrónicos privados. Estos comportamientos injustificables representan un lamentable uso y una explotación perversa del clima de libertades públicas y de la liberación del espacio mediático», ha indicado el Gobierno a través de un comunicado.
Así, ha subrayado que «denuncia vehementemente las acciones aisladas de estos grupúsculos incontrolados» y ha sostenido que dichas manifestaciones «suponen un atentado contra la tranquilidad y la serenidad de las misiones diplomáticos y su personal».
Por ello, ha solicitado a todos los actores del país «que condenen firmemente estas acciones insensatas, totalmente ajenas a la conciencia árabe y a la sensibilidad musulmana, así como a los valores morales del Islam».
El Gobierno ha expresado por último su «sincera voluntad» de consolidar las «excelentes relaciones» que mantiene Mauritania con «todos esos países hermanos», y especialmente «con aquellos cuyas misiones diplomáticas en Nuakchot han quedado expuestos a los actos irresponsables de estos grupúsculos extremistas».