El jefe del Consejo Político Supremo, Mahdi al Mashat, ha ordenado que los fondos del expresidente sean transferidos al Banco Central, después de que los huthis iniciaran además la incautación de armas halladas en instalaciones usadas por las fuerzas leales a Salé.
Salé –la figura más importante del país en las últimas décadas– fue asesinado en diciembre de 2017 por los huthis poco después de anunciar que rompía sus lazos con los rebeldes y se acercaba a la coalición que encabeza Arabia Saudí, que respalda a su sucesor en el cargo, Abdo Rabbu Mansur Hadi.
La coalición ha llevado a cabo centenares de bombardeos contra las posiciones de los huthis –que han respondido disparando proyectiles contra Arabia Saudí–, en un conflicto que ha causado la muerte de 10.000 personas y ha dejado más de tres millones de desplazados.