Ahora que en Francia se están planteando añadir nuevas armas futuristas al arsenal de sus fuerzas del orden, conviene recordar que el uso de la armas no letales en los últimos años no ha sido especialmente bien acogido por la opinión pública. Claro que los disturbios con altos niveles de violencia, como en los suburbios de París, obligaron al ministerio de Interior galo a escoger material de alto poder de detención.
Diseñada y fabricada por la compañía francesa Verney-Carron, el arma Flash-Ball posee el poder de parada de un revolver 38 Especial, sin causar la muerte. Ello no quita para que su uso haya sido criticado en muchas ocasiones, por las severas lesiones que habría causado en algunas intervenciones policiales.
Según su fabricante, el arma usa unos proyectiles estudiados para evitar, incluso a muy corta distancia, la penetración en una persona vestida normalmente, provoca un impacto equivalente a un KO técnico, poniendo a dicha persona fuera de combate.
Numerosos cuerpos de seguridad franceses están dotados con la Flash-Ball. Con su aspecto y detonación disuasivos, su fácil manejo y su simple o doble cañón, la Flash-Ball se ha difundido entre las policías del país vecino, estando en el equipamiento de las Brigadas Anti-Criminalidad, los Grupo de Intervención de la Policía Nacional (G.I.P.N.), y los miembros del grupo de intervención R.A.I.D.