«La guerra contra Daesh está en sus últimas fases y cada hora sufre más bajas», ha dicho el portavoz de las FDS, Redur Xelil, usando el acrónimo del nombre del grupo en árabe, con tintes peyorativos.
Por su parte, el director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, ha indicado que las FDS están combatiendo «en un área pequeña» contra los yihadistas que se han negado a rendirse.
Las FDS, respaldadas por la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, se hizo el miércoles con el control de Al Baghuz, la última que controlaban los yihadistas en el país árabe.
El Observatorio ha manifestado que las FDS han continuado su avance en la orilla oriental del río Éufrates para intentar expulsar al grupo de zonas rurales en las que aún cuentan con posiciones, de cara a su expulsión definitiva de Siria.
En este sentido, ha indicado que la ofensiva se centra ahora en varias granjas y comunidades situadas al este del río, si bien ha recalcado que las defensas de Estado Islámico se encuentran muy debilitadas tras meses de ofensiva.
Esta coalición de milicias, cuyo principal integrante son las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG), aseguró el 17 de enero que incrementaría sus operaciones contra Estado Islámico, un día después de la muerte de 16 personas en un atentado de los yihadistas en Manbij (norte).
El grupo yihadista había quedado recluido en algunos puntos de la provincia de Deir Ezzor, en la orilla oriental del río Éufrates y cerca de la frontera con Irak –donde fue derrotado militarmente a finales de 2017–, y zonas del desierto sirio.
Estado Islámico ha seguido perpetrando atentados de forma frecuente en Irak y ha lanzado varias ofensivas en los últimos meses en Siria para intentar expandir sus territorios y reducir la presión a la que se está viendo sometido, si bien no ha tenido éxito.