Oír hablar de esclavitud en el siglo XXI puede parecer un anacronismo. Evoca al pasado, a otra época. La idea que tenemos de esclavitud es la compra y venta de personas y su envío desde un continente a otro. Desde el punto de vista legal, la esclavitud fue abolida en el siglo XIX pero hoy día ha adoptado diversas formas que afecta a todas las razas, géneros y edades. Un total de 29,8 millones de personas en el mundo son esclavos, según el índice de Walk Free Foudation.
¿En qué consiste la esclavitud? Las esclavitud obliga a trabajar mediante amenazas psicológicas y convierte a al empleado en propiedad. Se le deshumaniza y se le considera una mercancía; se le impone restricciones a sus movimientos.
El trabajo en condiciones de servidumbre afecta a por lo menos 20 millones de personas en todo el mundo. Las personas se convierten en trabajadores en condiciones de servidumbre cuando aceptan, o se les engaña para que acepten un préstamo que apenas alcanza para cubrir el costo de los medicamentos para un niño enfermo. Para poder pagar la deuda, se ven obligadas a trabajar durante largas jornadas, siete días por semana, 365 días al año. Como «pago» por su trabajo, reciben alimentación y resguardo básicos, pero probablemente nunca consigan saldar la deuda, que puede traspasarse a sus familiares a lo largo de muchas generaciones.
El trabajo forzoso se refiere a niños y a niñas que son captados ilegalmente por gobiernos, partidos políticos o individuos particulares y que son obligados a trabajar – generalmente mediante amenazas de violencia u otros castigos.
Las peores formas de trabajo infantil se refieren a niños y niñas que trabajan en condiciones de explotación o de riesgo. Decenas de miles de niños y de niñas en todo el mundo trabajan en plena dedicación, privados de la educación y de la recreación que son vitales para su desarrollo personal y social.
La explotación sexual de niños y de niñas con fines comerciales . Se explota a niños y a niñas por su valor comercial mediante la prostitución, la trata y la pornografía. A menudo se les secuestra, compra o vende, o se les obliga a ingresar al mercado del sexo.
La Trata implica el transporte el comercio de seres humanos, usualmente mujeres o niños y niñas, con fines de lucro, mediante la fuerza o el engaño. A menudo se engaña o se obliga a mujeres migrantes para que ingresen al trabajo doméstico o a la prostitución.
El matrimonio precoz y el matrimonio forzado afectan a mujeres y muchachas a quienes se casa sin permitirles elegir y a quienes se obliga a llevar vidas de servidumbre que frecuentemente van acompañadas de violencia física.
La esclavitud tradicional o «propiedad personal» implica la compra y venta de personas. A menudo a estas personas se les secuestra en su hogar, o bien se heredan o se ofrecen como obsequios.