En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ejecutivo de Mariano Rajoy traslada «sus más sentidas condolencias» al pueblo y Gobierno iraquíes y desea una «pronta y completa recuperación a los heridos».
«El Gobierno de España reitera su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Irak en sus aspiraciones de construir una sociedad reconciliada y en paz», concluye.
El pasado jueves más de una veintena de personas murieron por la explosión de bombas colocadas en cafeterías de Bagdad, Baquba, Jbela e Iskandariya. Algunos de estos atentados han sido perpetrados contra locales en los que se habían reunido grupos de jóvenes para ver partidos de la selección sub-20 de fútbol de Irak.
La violencia ha aumentado considerablemente en Irak en los últimos meses, hasta el punto de que en mayo más de mil personas murieron como consecuencia de atentados. Se trata del mes más sangriento desde que los choques entre suníes y chiíes alcanzasen su punto máximo en 2006 y 2007.