En dicho mítin, Cavusoglu tenía la intención de alentar a la diáspora turca para que participara en el referéndum en Turquía del próximo 16 de abril, y en el que se discute la ampliación de poderes del presidente Erdogan. En semanas previas, varios ministros turcos han visto impedida la celebración de esta clase de actos en Alemania, donde las autoridades han basado la cancelación de los eventos en «motivos de seguridad».
Las autoridades holandesas han citado exactamente las mismas razones en el comunicado oficial donde anunciaban la denegación del permiso de entrada al vuelo que llevaba a Cavusoglu, ya que se había hecho un llamamiento a la «participación masiva» en un acto público.
Ante esta situación, las autoridades holandesas se pusieron en contacto con las turcas y les pidieron que trasladaran el acto a una ubicación más «privada» como la Embajada o algún consulado, pero «incluso antes de que concluyeran estas conversaciones, las autoridades turcas amenazaron públicamente con sanciones».
Erdogan ha mencionado esta posibilidad en un discurso de hoy en Estambul. «A ver cómo vienen vuestros aviones a Turquía», ha declarado Erdogan antes de matizar que «por supuesto, esto se refiere a los diplomáticos, no a los ciudadanos».
El presidente turco estimó que la decisión de las autoridades holandesas es muestra de que «no tienen ni idea de lo que es ni la política ni la diplomacia internacional». «Son tan tímidos, tan cobardes… son fascistas, son retales del nazismo», ha aseverado en su discurso, recogido por la agencia oficial de noticias Anatolia.