«El 21 de mayo (…) los sistemas para vigilar el espacio aéreo de la base aérea rusa de Hmeymim detectaron a cierta distancia del aeródromo un objetivo aéreo de tamaño pequeño e identidad desconocida», explica, según recoge la agencia de noticias rusa Sputnik.
«El objetivo aéreo fue destruido por los sistemas de defensa antiaérea desplegados en la base», explica Moscú, que sostiene que «no se registraron daños materiales ni heridos».
La base es la más importante de la Fuerza Aérea rusa en Siria y continúa operando con normalidad. La intervención rusa en favor del presidente sirio, Bashar al Assad, ha sido clave en el desarrollo de la guerra iniciada en 2011.