Según ha precisado, el objetivo de la reducción de los bombardeos es ayudar a aquellos ciudadanos que lo deseen a abandonar la parte oriental de la ciudad hacia zonas seguras. Según el Ejército, «los terroristas tienen como rehenes y usan como escudos humanos» a los residentes.
Unas 275.000 personas estarían atrapadas en el este de Alepo, rodeadas por las fuerzas gubernamentales y con serios problemas de abastecimiento tanto de alimentos como de medicamentos. Los intensos bombardeos que se han sucedido desde el fin de la tregua a mediados de septiembre han dejado unos 500 muertos desde entonces, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.