En su comunicado, el Mando África de Estados Unidos (AFRICOM) ha recalcado que Daud estaba a cargo de entrenar a miembros del grupo «para perpetrar operaciones en la región» y que «dio apoyo logístico, financiación y armas a AQMI».
Asimismo, ha manifestado que el bombardeo «fue llevado a cabo en coordinación con el gobierno de unidad –respaldado por Naciones Unidas–» y ha agregado que, según su análisis, «no hubo víctimas mortales entre la población civil».
El AFRICOM ha indicado que «Al Qaeda y otros grupos terroristas, como Estado Islámico, se han aprovechado de los espacios carentes de gobierno en Libia para establecer refugios para planificar, inspirar y dirigir ataques terroristas», entre otras acciones.
«En caso de que no se les hiciera frente, estas organizaciones podrían seguir causando víctimas entre la población civil y las fuerzas de seguridad, así como planificando ataques contra ciudadanos de Estados Unidos e intereses aliados en la región», ha remachado.