«No estoy preocupado. La oportunidad no se ha perdido, sino retrasado. No hay que preocuparse de lo que ocurrió la noche pasada porque podría haber sido demasiado pronto para celebrar, y también demasiado pronto para rendirse, y nunca hay que rendirse», ha declarado en comentarios recogidos por la agencia de noticias surcoreana Yonhap durante un seminario.
Brooks también utilizó su discurso para subrayar su confianza en la vieja alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos. «Es como las hojas perennes del monte Namsan, que pueden aguantar un frío extremo, el monzón, el viento, y seguir en pie, y crecer cada día», ha manifestado.
El general Brooks ha liderado las USFK, el Comando de las Naciones Unidas y el Comando de Fuerzas Combinadas de Corea del Sur y EEUU desde abril de 2016, con un total de 28.500 militares como elemento disuasorio contra la agresión norcoreana.