«Como no estoy de acuerdo con el recorte a la educación pública ecuatoriana en el presupuesto del Estado 2019, me retiro de estas importantes funciones. Que la historia diga la última palabra», ha anunciado Falconí en una serie de mensajes publicados en Twitter.
El ya ex ministro ha considerado que el borrador presupuestario enviado por su colega de Economía y Finanzas a la Asamblea Nacional «implica un desprecio a la educación pública» porque no prevé «un solo centavo» para mantener más de 12.000 centros educativos del circuito público, poniendo en riesgo los programas de alfabetización.
«Al cortar fondos para la educación, se ataca a toda la sociedad, en especial a la niñez y a la adolescencia. Lo más grave es que destruye el futuro del país», ha lamentado.
Así, ha pedido que se retire esta propuesta de presupuestos y se nombre «un equipo técnico de alto nivel» que sea capaz de «alcanzar acuerdos por el bien de Ecuador».
A pesar de estos duros reproches, Falconí ha dado las gracias a Moreno por confiar en él para dirigir el Ministerio de Educación. «(Espero) que mi renuncia sea útil para fortalecer la educación pública de nuestro país», ha zanjado.
Moreno ha pedido este mismo viernes a sus ministros que le presenten su dimisión para poder hacer una evaluación del año y medio que llevan en sus funciones.
Falconí no ha sido el único miembro del Gobierno en criticar unas cuentas públicas que plantean fuertes recortes. Moreno acusa de la crisis económica que sufre Ecuador a la mala gestión de su otrora aliado Rafael Correa.