La bomba, un artefacto estadounidense de 250 kilos, fue descubierta en noviembre durante una búsqueda realizada en Oranienburg, una localidad situada 40 kilómetros al norte de Berlín. Durante horas, seis artificieros han trabajado para desactivarla.
Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de 900 metros que ha paralizado parcialmente la actividad en una ciudad de apenas 45.000 habitantes. La administración local ha confirmado ya de tarde la reanudación de todos los servicios de transporte.