La rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tania D’Amelio, ha anunciado este jueves que Voluntad Popular, el partido liderado por el destacado opositor Leopoldo López, se ha «autocancelado» por su negativa a participar en un nuevo proceso para renovar su inscripción como formación política. «Los partidos Voluntad Popular y Puente quedan autocancelados», ha dicho D’Amelio, en una entrevista concedida a la televisión estatal. La rectora ha explicado que, «al no atender la convocatoria de renovación hecha por el CNE, automáticamente decidieron cancelar sus partidos».
D’Amelia ha recalcado que, a diferencia de Voluntad Popular, otros partidos como Primero Justicia, encabezado por Henrique Capriles, y Acción Democrática, comandado por Henry Ramos Allup, así como la coalición opositora de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), de la que todos forman parte, han decidido «acudir al proceso de renovación».
El CNE convocó el año pasado a todos los partidos para que se sometieran a una inspección con el fin de renovar su acreditación como tales. La mayoría de las formaciones políticas la superaron pero ahora el CNE quiere realizar una nueva inspección de cara a las elecciones presidenciales que deberán celebrarse antes del 30 de abril.
Voluntad Popular, uno de los miembros más combativos de la MUD, anunció el pasado 19 de enero que ha decidido «no hacerle el juego al régimen con un trámite de ‘validación’ que ya cumplió con creces hace menos de un año», «consciente de los inmensos riesgos que ello implica». «Como lo afirmamos ese día, cuando se decide enfrentar a una dictadura en todos los terrenos democráticos de lucha, se debe ser consecuente y coherente con la palabra empeñada, y en Voluntad Popular así lo hemos demostrado con creces siendo víctimas de la persecución incesante que nos ha aplicado el régimen», ha dicho en un comunicado.
El partido de López ha enfatizado que, aunque «dejará de aparecer en los tarjetones electorales de las votaciones que de manera controlada, a través de todas sus trampas y triquiñuelas, realiza la dictadura en Venezuela, las siglas, los colores y los ideales de lucha democrática, libertaria e irreverente, siempre junto a la gente, seguirán presentes».
Voluntad Popular ha aprovechado para reiterar su apoyo a la MUD, si bien ha insistido en la necesidad de celebrar «verdaderas elecciones competitivas, justas, libres y transparentes, sin presos ni inhabilitados políticos», para «sacar adelante el país».
Para Voluntad Popular, las elecciones presidenciales convocadas por la Asamblea Constituyente carecen de garantías «para que el voto de cada venezolano cuente» y ha responsabilizado de ello a la negociación entre la MUD y el Gobierno, que se desarrolla desde el 1 de diciembre en República Dominicana.
El partido ha advertido de que, tras su «cancelación», «seguramente la arremetida de la dictadura seguirá avanzando» y ha llamado a «la unidad de todos los demócratas para hacer frente a estas acciones del régimen y avanzar en su salida».
Elecciones en el mes de abril
La Asamblea Constituyente, un órgano que no reconocen ni la oposición ni la comunidad internacional por considerar que su convocatoria y elección fueron inconstitucionales y que se ha arrogado todos los poderes del Estado (menos el Ejecutivo), ha anunciado esta semana que habrá elecciones presidenciales antes del 30 de abril.
Ya estaba previsto que se celebraran elecciones presidenciales este año pero se esperaban más bien para el segundo semestre de 2018, tiempo suficiente para que el Gobierno y le MUD pactaran en República Dominicana las condiciones en las que deben tener lugar para que sean creíbles para ambas partes.
Sin embargo, el ‘chavismo’ ha decidido adelantar la cita con las urnas y coger desprevenida a la MUD, que lleva meses inmersa en una crisis interna por el liderazgo y el camino a seguir para desahuciar a Maduro del Palacio de Miraflores. La MUD se ha comprometido a celebrar primarias y, de momento, no despunta ningún nombre.
Crisis con España
El Gobierno de Venezuela ha dado un plazo de 72 horas al embajador de España, Jesús Silva Fernández, para que abandone el país, según han informado fuentes diplomáticas españolas, que han precisado que el plazo se le ha comunicado hace apenas unas horas. El ministro de Exteriores de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, difundió este jueves un comunicado en el que declaraba al embajador «persona non grata» acusando al Gobierno español de «continuas agresiones» y de «injerencia».
Venezuela reprocha especialmente a Madrid el haber liderado la iniciativa europea de imponer sanciones contra siete altos cargos del régimen, entre ellos el número dos, Diosdado Cabello, y asegura que Madrid sigue «infames instrucciones» de Estados Unidos. La expulsión del embajador español eleva la tensión diplomática entre los dos países a un nivel inédito en los últimos años. El Consejo de Ministros responderá hoy a la decisión venezolana con «medidas de reciprocidad proporcionadas», según avanzó el jueves el ministro de Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis.
De este modo, el ministro no precisó si Madrid expulsará al embajador venezolano, Mario Isea, que, en todo caso, había sido llamado a consultas por su Gobierno el miércoles. La llamada a consultas de un embajador propio en otro país supone ya una protesta diplomática, importante, pero de menor nivel que la expulsión de un embajador extranjero.
Todo ello sucede pocos días después de que la UE aprobase sanciones contra altos cargos del régimen y de que la Asamblea Constituyente venezolana –una entidad que los gobiernos europeos no reconocen– haya anunciado que las elecciones presidenciales deben ser antes del 30 de abril. Silva Fernández, que regresará a España en los próximos tres días, se hizo eco este jueves en Twitter de algunos mensajes de apoyo, entre ellos uno de un profesor y analista de Puerto Rico que apelaba a todos los Gobiernos europeos a declarar ‘persona non grata’ a los embajadores venezolanos en sus respectivos países.