Las multitudes concentradas en las tres ciudades más conflictivas han coreado consignas contra el presidente, Mohamed Mursi. «Abajo, abajo con Mohamed Mursi. Abajo, abajo con el estado de emergencia», han gritado los manifestantes en Ismailia.
Anoche, Mursi anunció la declaración del estado de emergencia en las tres ciudades de la región del canal de Suez. La orden estará vigente 30 días e incluye un toque de queda entre las 21.00 y las 6.00 horas.
La deriva violenta de los últimos días preocupa a la comunidad internacional, que sigue advirtiendo de la fragilidad en la que vive Egipto dos años después de que comenzasen las revueltas que terminaron con la caída de Hosni Mubarak.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha insistido este lunes en rueda de prensa en la necesidad de que «todos los egipcios» expresen sus reivindicaciones «pacíficamente». En este sentido, ha reclamado a los distintos líderes políticos que se desmarquen de la violencia.
La Presidencia norteamericana ha aplaudido los llamamientos para iniciar un diálogo nacional, aunque éste de momento está lejos de materializarse. El Frente de Salvación Nacional (FSN), que aglutina a los principales grupos de oposición en Egipto, ha rechazado participar en el diálogo convocado por Mursi.