Los dirigentes africanos celebraban el sábado en Adís Abeba el cincuentenario del nacimiento de la Organización de la Unión Africana (OUA), predecesor de la actual Unión Africana, con la participación de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
El primer ministro etíope Hailemariam Desalegn, huésped de la cumbre, fijó como objetivo a los jefes de Estado congregados en la capital de Etiopía «construir un continente liberado de la pobreza y los conflictos«, ante numerosas personalidades procedentes de todo el mundo.
«Por lo tanto, cuando hablamos de soluciones africanas para los problemas africanos, lo hacemos porque sabemos que sólo lograremos acallar para siempre las armas si actuamos con solidaridad y unidad», dijo por su parte la presidenta de la Comisión de la UA, la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma, exministra de Relaciones exteriores y exesposa del presidente Jacob Zuma.
Además de Rousseff, participaron en la ceremonia de apertura del encuentro el secretario de Estado estadounidense John Kerry y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Se esperaba que también se sumaran a los invitados el viceprimer ministro chino Wang Yang, así como el presidente francés François Hollande.
Por su parte, en declaraciones realizadas a la prensa fuera del lugar de la ceremonia, Kerry urgió al presidente sudanés Omar al Bashir a terminar con la represión en Kordofán del Sur, una región sudanesa devastada por violentos combates desde hace casi dos años, y en Nilo Azul.
«Desgraciadamente, el presidente Bashir está tratando de acosarlos con medios autoritarios y a través de la violencia», afirmó Kerry, quien también pidió a las autoridades de Nigeria que tomen las precauciones necesarias para que se respeten los derechos humanos de los civiles durante la represión contra el grupo armado islamista Boko Haram.
El encuentro tenía lugar en la sede de la organización continental inaugurada el año pasado, la cual fue construida y financiada en su totalidad por Pekín.
China construyó en menos de dos años y medio el nuevo complejo, por un costo de 200 millones de dólares (154 millones de euros), que cuenta con una sala de conferencias para 2.500 personas, un anfiteatro exterior de 1.000 plazas, un centro comercial, un helipuerto y oficinas que pueden recibir hasta 700 funcionarios.
China, que desde 2009 es el principal socio comercial de África, fue el único país al que los dirigentes africanos expresaron el sábado su agradecimiento.
Así, Desalegn manifestó su «profundo agradecimiento a China por invertir miles de millones (…) para ayudar nuestros esfuerzos de infraestructura«.
Tras las celebraciones, a las que se invitó a unas 10.000 personas, la UA reunirá una cumbre de dos días.
El 25 de mayo de 1963, 32 jefes de Estado africanos crearon la Organización de la Unión Africana (OUA) con la idea del panafricanismo. La OUA, hizo de la no injerencia un principio fundador, lo cual cambió con la UA, que le sucedió en 2002, dotándose de nuevas instituciones (Comisión, Consejo de Paz y Seguridad, Parlamento panafricano…) y consagrando en especial el derecho de injerencia.
Las profundas rivalidades en la UA salieron a flote con motivo de la elección en la presidencia de su Comisión, en enero, y luego en julio de 2012, finalmente ganada por Dlamini-Zuma.