Los organizadores de la feria han anunciado la cancelación por respeto a las víctimas y por «los riesgos elevados de seguridad». «Hemos decidido no celebrar este evento por respeto a las víctimas de los atentados terroristas de Christchurch y por el elevado riesgo para la seguridad», explica un comunciado publicado en su página de Facebook.
«Lamentamos los problemas causados a todos los implicados en este evento, los dueños de vehículos militares, coleccionistas de objetos históricos y los expositores, miembros de las Fuerzas Armadas, grupos comuntarios, vendedores y organizaciones patrocinadoras», añade.
El texto subraya que la feria pretendía apoyar a «quienes sirven a nuestro país» y fomentar «el interés en nuestra historia militar». La feria se celebra anualmente desde hace cinco años.
En Facebook se han publicado ya opiniones apoyando la cancelación y otras expresando su rechazo. «Cada vez que se cancela un evento después de un atentado terrorista, ellos ganan», ha apuntado un usuario. Otro ha destacado la anulación como un «gesto de responsabilidad y respeto».
Se estima que en Nueva Zelanda hay 1,2 millones de armas de fuego con licencia en posesión de civiles, es decir, un arma por cada cuatro personas. A ello se suman unas 12.000 armas de fuego sin licencia.