Las sanciones tienen como objetivo a personas «responsables» o «cómplices» del crimen e implican la congelación de los bienes que puedan tener bajo soberanía canadiense y límites para los viajes, según un comunicado del Ministerio de Exteriores.
«El asesinato de Yamal Jashogi es atroz y representa un ataque inconcebible contra la libertad de expresión de todas las personas», ha subrayado la ministra Chrystia Freeland, que ha vuelto a reclamar en nombre del Gobierno de Justin Trudeau una investigación «creíble e independiente» sobre los hechos para que los responsables rindan cuentas.
Canadá considera que «las explicaciones ofrecidas hasta la fecha por Arabia Saudí carecen de coherencia y credibilidad», si bien la nota del Gobierno no ha ahondado más al respecto. Riad ofreció varias versiones antes de terminar reconocido que Jashogi fue asesinado de forma premeditada en el interior del consulado.