Este refuerzo de la ayuda está contemplado inicialmente para un periodo de seis meses e implicará la apertura de un servicio de cirugía de 50 camas. Los equipos quirúrgicos y médicos del CICR estarán ubicados en un ala del Hospital Al Shifa, el más grande de la Franja, mientras que otros centros y la Media Luna Roja Palestina también se beneficiarán de la asistencia.
Desde que estalló la ola de protestas el 30 de marzo, más de 13.000 palestinos han sufrido heridas por la represión de las fuerzas israelíes, entre ellos más de 3.600 por disparos de bala. La prioridad es ayudar a estos últimos heridos, ya que la ONG estima que unas 1.350 personas deberán ser operadas entre tres y cinco veces, lo que supone más de 4.000 intervenciones –la mitad de ellas correrá al cargo del CICR–.
El director de actividades operacionales del CICR en Oriente Próximo, Robert Mardini, ha advertido de que «miles de habitantes de Gaza se hallan ante nuevas necesidades médicas en el largo plazo, que superan la capacidad de un sistema de atención médica ya abrumado». La escasez crónica de medicamentos, equipamiento y electricidad lastra la capacidad de respuesta del sistema.
Mardini ha destacado que la nueva ayuda, parte de una ampliación presupuestaria de 5,3 millones de dólares, «aliviará la presión existente sobre la infraestructura de salud y contribuirá a normalizar la situación, aunque el camino será largo».