BRUSELAS 14 (EUROPA PRESS)
«El principal problema sigue siendo cuánto control político puedes tener para poder decir que el sistema judicial es independiente», ha dicho el vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, quien ha destacado, no obstante, que se han producido progresos en las últimas dos semanas en diferentes cuestiones como la distinción entre hombres y mujeres en la edad de jubilación de los jueces, que ha sido recientemente «eliminada».
La principal preocupación de Bruselas sigue siendo la prolongación de los mandatos de los jueces del Tribunal Supremo polaco, así como la capacidad de dicha corte de revocar veredictos pasados –Varsovia ya prometió «restringir» esta opción–, o la situación del Consejo General del Poder Judicial.
En concreto, Timmermans ha asegurado que «mucha gente está preocupada» por esa capacidad de un tribunal de revocar veredictos, ya que abriría la puerta a «volver 20 años atrás» y «revisar sentencias de 1997».
El vicepresidente primero ha afirmado en rueda de prensa que «todas las posibilidades están sobre la mesa» en relación al procedimiento conocido como Artículo 7, abierto el pasado diciembre, y que en última instancia podría llevar a suspender el derecho a voto de Varsovia en la toma de decisiones en la UE.
«Podría ser que la Comisión y Polonia progresen mucho en las discusiones» en el próximo mes, lo cual daría lugar a que Bruselas concluyera que «no existe ya una amenaza sistémica al Estado de Derecho» en ese país, ha dicho Timmeramns, quien también ha apuntado que puede darse la situación contraria.
Si no se avanza «en absoluto», la Comisión se vería obligada a pedir a los Veintiocho que participen en la siguiente fase del procedimiento conocido como Artículo 7, que consistiría en «organizar una audiencia en la cual la Comisión y Polonia presentarían sus puntos de vista». No obstante, «cualquier opción entre medias es posible si el diálogo produce resultados concretos», ha dicho Timmermans.
Por último, el vicepresidente primero ha incidido en que «no podemos continuar este diálogo indefinidamente», algo en lo que, según él, coinciden tanto la Comisión como el Gobierno polaco, por lo que ha emplazado a Varsovia a que tome «medidas concretas» en las próximas semanas que pongan fin a las amenazas al Estado de Derecho que quedan por resolver.