La Comisión Europea ha presentado este miércoles un paquete de 14 planes de contingencia en diversos sectores, incluidos los de servicios financieros y transporte aéreo, para evitar los daños más graves para la UE de un eventual Brexit sin acuerdo, si bien estas medidas no se aplicarán en el territorio de Gibraltar. Las medidas de urgencia cubrirán también otras áreas como las aduanas y la política climática y han sido elegidas porque Bruselas considera que son los sectores en los que la falta de un acuerdo de divorcio entre Reino Unido y la UE tendría «desórdenes graves» para los ciudadanos y las empresas comunitarias.
Por ello, el Ejecutivo comunitario considera que es «esencial y urgente» que se adopten las medidas con celeridad, para lo que ha instado al Consejo y al Parlamento europeoa que adopten las acciones oportunas que permitan que los planes puedan entrar en vigor el 29 de marzo de 2019, cuando se produzca la desconexión, si el acuerdo del Brexit se ha frustrado para entonces. Con todo, los servicios comunitarios han recordado que con el divorcio, el derecho comunitario no solo dejará de aplicarse en Reino Unido, sino también en Gibraltar, por lo que las medidas de contingencia «no se aplicarán en Gibraltar».
La Unión Europea aplica las disposiciones de sus Tratados en el Peñón en la medida en que lo considera un «territorio europeo cuyas relaciones exteriores son asumidas por un Estado miembro», por lo que con la salida de Reino Unido ya no estará bajo el paraguas de un Estado miembro y no se le aplicarán los Tratados. La Unión Europea y Reino Unido han negociado un Tratado de Retirada con el que se pretende garantizar un divorcio ordenado, pero para que sea efectivo es necesario que sea ratificado por los Parlamentos europeo y británico.
La Cámara de los Comunes votará el texto jurídico en la semana del 14 de enero, según anunció la primera ministra británica, Theresa May, que ya ha aplazado una vez la votación por temor a que los diputados tumben el pacto y se produzca un Brexit caótico. Ante el riesgo de esta salida abrupta, el Ejecutivo comunitario trabaja desde hace meses en planes de contingencia para aquellas cuestiones que entran en sus competencias y ha instado a los Estados miembros a preparar también planes de emergencia para los asuntos que están bajo su soberanía nacional.
Atenuar las consecuencias de una salida sin acuerdo
En cualquier caso, las iniciativas que se preparan deberían servir para «atenuar las consecuencias» de una salida de Reino Unido sin acuerdo, pero que «en ningún caso compensarán» las condiciones de una separación negociada «ni reproducirá las ventajas» de las relaciones dentro de la UE, ha dicho el vicepresidente de la Comisión responsable del Euro, Valdis Dombrovskis, en una rueda de prensa en Bruselas.
Además se aplicarán únicamente en áreas en donde es «absolutamente necesario salvaguardar» los intereses «vitales» de la Unión Europea. Su aplicación será «temporal», con un campo de actuación «limitado» y se adoptarán de manera «unilateral» por la Unión Europea, ha precisado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Como ejemplo de las medidas que propone Bruselas, Dombrovskis se ha referido al área de servicios financieros, en donde han identificado algunos riesgos para la estabilidad financiera, en especial en lo que a liquidación de derivados se refiere. «Pedimos una decisión temporal de equivalencia de un año en este área, permitiendo a los actores de mercado que se ajusten sus modelos de negocios», ha indicado el vicepresidente comunitario.
«Tenemos una decisión de equivalencia de dos años sobre depósitos centrales de valores (CDS) y dos estándares regulatorios para una transición más suave de contratos de Reino Unido a la UE», ha añadido. En cuanto al sector aéreo, se propone un reglamento para garantizar durante doce meses la prestación de determinados servicios aéreos entre Reino Unido y la UE y otro para prorrogar nueve meses la valides de algunas licencias en materia de seguridad aérea.