Argentina ha enviado piel y otros tejidos para asistir a los heridos con graves quemaduras del incendio de la discoteca Kiss, en la ciudad brasileña de Santa María, en el que fallecieron 231 personas. Además, Uruguay prepara el envío de tejidos y membrana amniótica.
Un cargamento con 10.000 centímetros cuadrados de piel y 20.000 centímetros cuadrados de membrana amniótica van destino a Porto Alegre tras el pedido de las autoridades del estado brasileño de Río Grande do Sul, donde se registró el siniestro.
El ministro de Salud argentino, Juan Manzur, destacó que la «piel y otros tejidos son obtenidos mediante la donación de órganos» y agradeció «la actitud comprometida de todos los argentinos que han decidido donar los órganos de sus seres queridos, y que hoy nos permite dar una respuesta solidaria al hermano país».
«La piel y la membrana amniótica se utilizan como apósitos biológicos que ayudan a mejorar el proceso natural de recuperación de la piel y protegen al paciente de posibles infecciones, que son la principal causa de complicación en las personas con grandes quemaduras», explicó Manzur.
Argentina ya envió piel y otros tejidos en 2004 para el tratamiento de los heridos del incendio de un supermercado en la capital paraguaya, en el que fallecieron alrededor de 400 personas, y en agosto de 2012, tras la explosión de una refinería en el norte de Venezuela, en la que murieron 42 personas.
El incendio ha dejado además 116 heridos, de los cuales más de 80 de ellos son graves.
Primeras detenciones
La Policía arrestó a cuatro presuntos responsables del incendio que dejó 231 muertos en una discoteca en el sur de Brasil repleta de jóvenes universitarios, mientras el país entierra a las víctimas de la tragedia.
En medio de numerosos indicios de negligencia -los músicos lanzaron fuegos artificiales dentro del local y la discoteca no contaba con los permisos válidos para operar- las autoridades deportivas internacionales afirmaron que la seguridad será una prioridad durante el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro.
La policía anunció el arresto temporal de los dos dueños de la discoteca Kiss de la ciudad universitaria de Santa María (Rio Grande do Sul) y de dos integrantes de la banda de música «country» brasileña «Gurizada Fandangueira», sospechosos de provocar el segundo peor incendio en la historia del país.
«Tenemos que descubrir quién trajo el fuego de artificio (…) Se usaron dos ‘Sputniks’ (una especie de volcán que lanza llamas) para arriba y dos que apuntaban para abajo», dijo el jefe de la policía Randolfo Vieira en conferencia de prensa. «Nuestra idea preliminar es que se usaron de manera temeraria», añadió.
Los sobrevientes denunciaron el bloqueo de puertas por agentes de seguridad que pretendían cobrar la entrada pese al fuego y que al menos un extintor no funcionó. La policía señaló que la única puerta de salida podría ser demasiado estrecha para permitir el escape en una emergencia.
En declaraciones a la policía, Sphor admitió que el permiso de la discoteca para operar estaba caducado. También culpó a «Gurizada Fandangueira» por el fuego, según el comisario Sandro Meinerz. Además, Sphor negó que hubiera ordenado a los agentes de seguridad bloquear la salida y haber retirado del local el ordenador que almacenaba imágenes grabadas por las cámaras de seguridad.
En medio del luto nacional de tres días, Brasil anuló la ceremonia de la cuenta atrás a falta de 500 días para el Mundial de 2014 a partir de este lunes, y comenzó a enterrar a decenas de muertos en cuatro cementerios de Santa María.
«Nuestros pensamientos están con las familias de las víctimas de esta tragedia. No obstante, no tiene nada que ver con la seguridad en los estadios durante la Copa de Confederaciones de la FIFA y la Copa del Mundo«, afirmó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, a periodistas en Brasilia.
«No dudamos de que Rio 2016 sabrá brindar un entorno seguro a los aficionados, atletas y personas que trabajen en los Juegos», declaró por su lado el Comité Olímpico Internacional (COI) en un comunicado enviado a la AFP en Lausana, Suiza.
El incendio se inició en la madrugada del domingo, posiblemente tras un fuego artificial lanzado por un integrante del grupo «Gurizada Fandangueira» que tocaba en el local, según la policía y los bomberos.
En medio de una nube negra de humo tóxico, el pánico se apoderó de cientos de personas que se pisotearon unas a otras.
Unas 180 personas murieron en los baños, asfixiadas en medio de un tumulto provocado por el pánico, buscando deseperadamente la puerta de salida, dijo el capitán de la policía militar Edi Paulo Garcia.
Fue «una película de terror», dijo a la AFP Kelly Rebello da Silva, una estudiante de química de 21 años que consiguió escapar.
«Queremos justicia. No tenemos la culpa de nada. No queríamos perder a un compañero», dijo a G1 el integrante de la banda Rodrigo Lemos Martins, en referencia a la muerte de un acordeonista del grupo en la tragedia.
El papa Benedicto XVI se declaró este lunes «consternado» por el trágico incendio, dijo compartir «el dolor» de todos los afectados y que ora y pide consuelo para los heridos.