El pasado 1 de agosto, el exprimer ministro fue condenado a cuatro años de prisión (reducidos a sólo uno) por fraude fiscal en el »caso Mediaset». Debido a esta condena, el 18 de septiembre, el Senado italiano votó y decidió, por quince votos a uno, que Berlusconi fuera inhabilitado, requisito necesario para que se pudiera cumplir esta condena. Una condena que, no obstante, no llevará a prisión a Berlusconi debido a su edad -este domingo cumple 77 años-.
Ésta sólo era la primera votación, ya que la definitiva se producirá este 4 de octubre. De este modo, este próximo viernes el Senado deberá decidir si retira el escaño a Silvio Berlusconi por su condena por fraude fiscal, lo que implicaría la pérdida de su inmunidad parlamentaria a la espera de nuevos juicios, entre ellos, el denominado »Rubygate» por prostitución de menores y abuso de poder.
Aquel mismo día 18, el exprimer ministro italiano aseguró en un vídeo remitido a las principales redacciones del país que no dejaría caer la coalición de Gobierno formada por su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), y el Partido Democrático de (PD) de Enrico Letta.
Al día siguiente, el propio Berlusconi volvió a confirmar que no iba a romper el pacto de Gobierno «por nuestro sentido de la responsabilidad y porque sabemos que una crisis en este momento sería desestabilizadora»,
Sin embargo, »Il Cavaliere» no parece haber cumplido su palabra ya que con la salida de los ministros del gobierno de Letta que pertenecen al partido del Berlusconi, Italia se encuentra al borde del abismo político que conduciría, irremediablemente, a un nuevo proceso electoral.
El propio primer ministro Letta responsabilizó este sábado a Silvio Berlusconi del «gesto loco» que ha supuesto la dimisión de los ministros del partido de éste, el Pueblo de la Libertad, e insistió la necesidad, mayor si cabe, de pedir al Parlamento exprese su confianza en el Ejecutivo.
Esa moción de confianza fue, precisamente, el desencadenante que provocó la salida de los ministros del partido de Berlusconi. Letta pidió este pasado viernes a los partidos de su coalición «aclarar» su posición en el Parlamento y amenazó con «detener esta experiencia» de gobierno tras las amenazas de dimisión de los diputados del partido de Berlusconi.
Este ultimatum fue considerado inaceptable por los ministros del Pueblo de la Libertad que acabaron dimitiendo de sus cargos y que han llevado a una nueva crisis política a Italia. Así Letta tiene previsto reunirse con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, para discutir la situación provocada por la salida del Gobierno de los cinco ministros del PDL.
Causas abiertas con la justicia
A sus recién cumplidos 77 años, Silvio Berlusconi tiene una larga trayectoria como político, empresario, inversionista, periodista deportivo y magnate de los medios. El empresario milanés, fundador y dueño del imperio »Mediaset» saltó a la fama mundial al hacerse dueño y presidente del AC Milan, al que llevó a ganar 5 Copas de Europa durante su mandato y que vio su máximo esplendor en la época de Arrigo Sacchi y sus holandeses.
Aprovechando su poder mediático y su éxito con el Milan, Berlusconi dio el salto a la política. Tras una inicial vinculación al Partido Socialista de Bettino Craxi, el desarrollo del proceso de »Manos Limpias» por el que se comenzó a combatir la corrupción institucional generalizada en Italia, construyó el movimiento Forza Italia con el que obtuvo el poder en las elecciones de 1994 (en coalición con otros partidos), perdiéndolo en 1995 por el abandono de la coalición por parte de la Lega Nord de Umberto Bossi. Berlusconi volvió a ser primer ministro italiano en dos ocasiones más, primero entre 2001 y 2006 y después entre 2008 y 2011.
Gracias a su cargo político, aprovechó para aprobar leyes que le beneficiaban de cara a los numerosos escándalos judiciales de los que siempre ha salido airoso, hasta ahora
»Il Cavaliere», apodado así por habérsele concedido en 1977 la »Ordine al merito del lavoro» (Orden del Mérito al Trabajo italiana) y que conlleva el tratamiento de caballero se ha sentado una docena de veces en el banquillo de acusados, con lo que ha sido el primer jefe de gobierno italiano que ha comparecido ante los tribunales.
Caso Unipol
Su vuelta a la política tras un retiro forzoso en 2011 fue visto por muchos como un nuevo intento de »Il Cavaliere» de blindarse ante la justicia. Berlusconi, el gran magnate de las comunicaciones y el hombre que ha dominado la política italiana durante los últimos veinte años, ha enfrentado este año a más de cuatro casos judiciales y dos civiles. Hasta el pasado año no pudo ser juzgado por ocupar el cargo de primer ministro y gozar de inmunidad parlamentaria.
Las principales causas que Berlusconi tiene pendientes ante la justicia son el »caso Unipol», por el que en marzo de este año, Silvio Berlusconi fue condenado a un año de cárcel en el llamado »Caso Unipol» por la publicación de forma ilícita de escuchas telefónicas en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo, con el objetivo de perjudicar a su rival político Piero Fassino.
Caso Mediaset
Luego, estaría el caso Mediaset, el que ha llevado a la crisis del gobierno italiano. Tras casi diez años de investigación y seis de proceso, el Tribunal de Apelación de Milán condenó en 2012 a Silvio Berlusconi a cuatro años de cárcel por evasión de impuestos en la compraventa de derechos de películas para su compañía audiovisual Mediaset.
El juicio se inició en 2006 y se reanudó en febrero de 2011, tras permanecer suspendido varios meses, a la espera de que la Corte Constitucional se pronunciara sobre la llamada ley del «legítimo impedimento», escudo judicial del que se sirvió Berlusconi cuando ocupaba la jefatura del Gobierno para no acudir a las audiencias y que quedó parcialmente invalidado.
Finalmente, el Constitucional rechazó el recurso el pasado mes de junio y confirmó la sentencia del Tribunal de Milán, que condena al magnate italiano a cuatro años de cárcel y a cinco de inhabilitación para cargos públicos.
Esta sentencia fue confirmada en segunda instancia por el mismo tribunal. El recurso ante el Tribunal Supremo se resolvió el pasado 1 de agosto. Gracias a la Ley de Indultos, la condena quedaba reducida a un año de cárcel.
Caso Ruby
El caso Ruby ha sido el más mediático y el más duro para Berlusconi, acusado de abuso de poder y de incitación a la prostitución de menores. En el centro de la controversia se encontraba la joven marroquí Karima El Marough, conocida popularmente como «Ruby Robacorazones», quien supuestamente habría mantenido relaciones sexuales de pago con Berlusconi antes de que ella alcanzara la mayoría de edad.
De la relación con Ruby provenía la acusación de abuso poder contra Berlusconi, por la llamada que éste realizó en 2010 a una comisaría de Milán para exigir la liberación de la joven tras un robo, argumentando que se trataba de la hija de Hosni Mubarak.
De las famosas fiestas («bunga bunga») que el ex mandatario celebraba en su mansión de Arcore, surgía la acusación de incitación a la prostitución de las menores invitadas.
El pasado mes de junio los jueces del Tribunal Supremo condenaron a Il Cavaliere a siete años de prisión y a la inhabilitación definitiva del mundo de la política, lo que le impediría ejercer ningún cargo público de forma perpetua. La condena por el »caso Ruby» es de primer grado y por tanto susceptible de ser recurrida.
Caso de Gregorio
Silvio Berlusconi se enfrenta en Nápoles a la causa por la que se le acusa de «compraventa» de senadores. El senador Sergio de Gregorio habría recibido tres millones de euros en 2006 para que abandonara su partido, Italia de los Valores, de centro-izquierda, y pasara al centro-derecha junto con otros parlamentarios y así debilitar y hacer caer al gobierno de Romano Prodi. a un doble frente judicial.
Caso Mondadori-Fininvest
El pasado 17 de septiembre el Tribunal Supremo italiano rebajó en unos 23 millones de euros, hasta unos 541 millones, la sanción impuesta al grupo empresarial del exprimer ministro italiano para resarcir al conglomerado CIR por los daños patrimoniales causados en la pugna por la editorial Mondadori.
En una sentencia, la Tercera Sección Civil del Alto Tribunal informaba de la rebaja que se deberá aplicar restándola de la sanción impuesta por la Corte de Apelación de Milán en julio de 2011 al grupo empresarial de Berlusconi, Fininvest, que había sido calculada en los 564,2 millones de euros.
Los hechos de este proceso civil se remontan a los primeros años 90, cuando Fininvest y CIR, ambos accionistas de Mondadori en esa época, recurrieron a la Justicia para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, herederos del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que daban el control de la empresa.