Las muertes en Taiz han dejado claro que el acuerdo en virtud del cual Salé abandonará el poder tras 33 años aún no ha conseguido poner fin a diez meses de protestas y enfrentamientos.
Este viernes, fuerzas gubernamentales han abatido a tres civiles y en un enfrentamiento posterior entre tropas del Gobierno y milicianos que respaldan a los manifestantes han muerto otras dos personas atrapadas en sus hogares, según han informado dirigentes de las protestas y trabajadores sanitarios.
Ayer, al menos doce personas, entre civiles, soldados y milicianos contrarios a Salé murieron en Taiz. Entre ellos, figuran cinco civiles abatidos por fuerzas leales al presidente durante un bombardeo de varios barrios de la ciudad, según informaron los residentes y médicos.
Entretanto, Basindwa, ex ministro de Exteriores designado por la oposición para dirigir el Gobierno de unidad con el partido de Salé, ha advertido de que su bloque podría replantearse su compromiso con el acuerdo si continúa la violencia en Taiz.
En un comunicado, Basindwa ha denunciado que las muertes en Taiz son «un acto intencionado de hacer descarrilar el acuerdo» que los partidos opositores firmaron con Salé y que fue facilitado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Ayer, un responsable de la coalición opositora había anunciado que se había llegado a un acuerdo con el Congreso General del Pueblo, el partido de Salé, sobre la composición del nuevo gobierno interino que dirigirá el país hasta las elecciones.
Según el acuerdo firmado, el partido de Salé conservará las carteras de Defensa, Asuntos Exteriores y Petróleo y los partidos de la oposición, reunidos en Comité Conjunto (JMP) asumirán los ministerios del Interior, Cooperación Internacional, Información y Finanzas, precisó la misma fuente bajo condición de anonimato.
El Gobierno liderará el país hasta las elecciones presidenciales del próximo 21 de febrero, convocadas por el actual vicepresidente, Abd Rab Mansur Hadi, que asumirá la Presidencia tras la salida de Salé.