Tras meses sin dejarse ver en público, este sábado nuevamente se pudo ver y fotografiar al presidente de Siria, Bashar al-Asad. El líder sirio llegó junto a funcionarios de gobierno y el gran muftí del país, Ahmad Badredine Hasun, hasta la mezquita de al-Numan Bin Bashir, según consigna el sitio de noticias Infobae.
El presidente del régimen sirio acudió a la mezquita para participar de las oraciones que se realizan en el marco de la celebración del Eid al-Adha, o fiesta del sacrificio, festejos que se extienden por tres días.
El régimen sirio definió este viernes como un «acto de agresión» el permiso dado por el Parlamento turco para que el Gobierno pueda ordenar operaciones militares transfronterizas contra los milicianos de Estado Islámico.
El jueves, el Parlamento de Turquía dio luz verde para que el país pueda desplegar tropas tanto en Irak como Siria y para permitir que otros países puedan usar territorio turco para llevar a cabo operaciones militares contra Estado Islámico.
«La postura del Gobierno turco constituye una flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas», ha denunciado el Ministerio de Exteriores sirio en una carta a la ONU, según la agencia SANA. Para Damasco, la sola decisión ya constituye un «acto de agresión».
«Turquía no estará a salvo de las consecuencias catastróficas» de su política, ha advertido el régimen de Bashar al Assad. En este sentido, el viceministro de Exteriores, Faisal Mekdad, ha considerado la «escalada» iniciada por Ankara una amenaza para la paz y la seguridad de la región.