El terremoto provocó además la muerte de al menos 17 personas en India y de una más en la región china de Tíbet, tal y como han recogido los medios de ambos países.
Tras el potente terremoto, el primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, hizo un llamamiento a la calma. El jefe del Gobierno, que presidió una reunión de un gabinete de crisis hora después del temblor, pidió a todos los nepalíes que apoyen a los equipos de salvamento y rescate.
El seísmo tuvo lugar apenas unas semanas después del conocido en Nepal como »Gran Terremoto», que ha dejado por el momento un balance de más de 8.150 muertos y 17.860 heridos.