En un primer momento se informó de la muerte de 31 personas, entre ellas tres niños, si bien dos de los hospitalizados han fallecido poco después. Entre los muertos figuran además tres miembros de la comunidad sij.
Las fuentes consultadas han dicho que la deflagración ha tenido lugar en la entrada de un seminario religioso en la localidad de Kalaya, en el distrito de Orakzai. Además, han afirmado que la explosión ha sido causada por una bomba colocada en una moto y activada por control remoto.
«Las personas estaban en el mercado comprando ropa de abrigo cuando la bomba ha explotado», han afirmado los responsables de las fuerzas de seguridad paquistaníes. Esta no es la primera vez que se registra un ataque en esta zona.
En 2011, otro atentado perpetrado por un suicida acabó con la vida de 30 personas y dejó más de 50 heridos cuando estrelló una furgoneta cargada de explosivos contra un edificio del Gobierno.
La ministra de Derechos Humanos de Pakistán, Shirin Mazaro, ha condenado el atentado y ha dicho que el Gobierno debe garantizar la seguridad en las zonas tribales. «Condeno el horrible ataque terrorista en la zona tribal de Orakzai, en el que han muerto 25 personas y 35 han resultado heridas. El balance podría aumentar», indicó poco después del ataque.
Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona de la deflagración y han puesto en marcha una investigación para aclarar lo sucedido. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha publicado un comunicado para condenar el atentado y el ataque perpetrado horas antes contra el consulado de China en la localidad de Karachi (sur), que se ha saldado con la muerte de dos policías.
El ataque contra el consulado lo han llevado a cabo tres terroristas suicidas y ha sido reivindicado por el Ejército de Liberación Baluche (ELB), un grupo insurgente que se opone a los proyectos chinos en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán.
En el mismo, ha extendido sus «profundas condolencias a las familias de las víctimas» y ha deseado «una pronta recuperación a los heridos». Asimismo, ha expresado sus «profundas simpatías al Gobierno y el pueblo de Pakistán» y ha mostrado su deseo de que «los responsables de los ataques sean rápidamente llevados ante la justicia».
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán han asegurado que todo el personal de la legación diplomática china está sano y salvo.
El ataque ha sido el atentado más grave perpetrado en suelo paquistaní contra China, país vecino y estrecho aliado que está aportando miles de millones de dólares a Pakistán en el marco de su proyecto de la Ruta y el Cinturón de la Seda.
Además, el atentado es el más grave perpetrado en los últimos años por el ELB, que hasta ahora se había centrado en una insurgencia de baja actividad en Baluchistán.