Arthur C. Clarke nació el 16 de diciembre de 1917. Hace cien años llegó al mundo el escritor que revolucionó la ciencia ficción, aplicó base científica a sus novelas y predijo algunos de los cambios más importantes del nuevo milenio. Su interés por las ciencias y la tecnología nació cuando solo era un niño, sin embargo, los pocos recursos de su familia le impidieron el acceso a la universidad. Volcar todas estas aspiraciones e intereses en la literatura le ha convertido en un novelista que aportó valor real a la historia científica y que divulgó información y conocimiento sobre nuevos avances, incluso décadas antes de que llegaran. Algunos le consideran un verdadero futurista.
El autor ha sido unánimemente reconocido por obras como “Luz de Tierra” (1955), “Una catarata de polvo lunar” (1961) y “Las fuentes del paraíso” (1979), aun así, el imaginario colectivo le asocia sin duda a la obra “2001: una odisea del espacio”. Al contrario de lo que muchos piensan, la película, de la cual fue co guionista, llegó antes que el libro, y estuvo basada realmente en un cuento corto de Clarke, «El centinela» (1951).
A lo largo de su historia, Arthur C. Clarke aplicó su propia experiencia y una buena dosis de realidad a sus relatos de ciencia ficción. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo en la Royal Air Foce o Real Fuerza Aérea como especialista en radares, donde se involucró en el desarrollo de un sistema de defensa por radar. Fue entonces cuando publicó sus primeros relatos sobre la conquista del espacio y un artículo donde predecía detalladamente el uso de un sistema de satélites para las telecomunicaciones. En él sienta las bases de los satélites artificiales en órbita geoestacionaria (llamada en su honor órbita Clarke). Además, el autor pasó buena parte de su vida en Sri Lanka, desde 1956 hasta el día de su fallecimiento en 2008, allí se interesó por la exploración submarina en Ceilán y relató sus experiencias en este campo en una serie de libros. Nuevamente Clarke escribía ficción con base científica y sobre los cimientos de su propia experiencia.
Clarke predijo el nuevo mundo
Solo 6 años después del estreno de la película que escribió junto a Stanley Kubrick, Clarke fue entrevistado por la BBC. Lo que vino después ha pasado a la historia como una de las primeras predicciones del autor, que se atrevió en muchas otras ocasiones a vaticinar los avances de los que ya disfrutamos en el presente. Preguntado por su visión sobre la informática, el escritor respondió que, para 2001, año en el que sucede el film, cualquier ciudadano tendría en su casa una pequeña consola con la que controlar su equipo informático y acceder a todas sus necesidades de información. Y pone como ejemplo que se podrían consultar las facturas del banco o gestionar unas reservar para ir al teatro. «Tendremos una pantalla de televisión y un teclado con el que podremos hablar con el ordenador», aseguró, y así ha sido.
Además, en este fragmento de la película puede verse a dos de los tripulantes usando tablets casi idénticas a las que tenemos hoy en casa:
El futurista escritor que hizo ciencia a través de la literatura no se quedó ahí, y también acertó explicando cómo nos comunicaríamos en la era actual. Así, en una entrevista en 1964 explicó que “podremos estar en contacto instantáneamente con los demás, dondequiera que estemos, donde podemos contactar a nuestros amigos en cualquier lugar de la Tierra, incluso si no sabemos el lugar en el que están. Será posible en esa era, quizás sólo en 50 años, que una persona pueda administrar su negocio desde Haití o Bali tal cual lo haría desde Londres. De hecho será posible alrededor del mundo que cualquier actividad ejecutiva, administrativa e incluso física, se pueda hacer independientemente de la distancia. Soy completamente serio cuando sugiero que, un día, podremos tener neurocirujanos en cualquier lugar, operando pacientes en Nueva Zelanda”.
Clarke murió el 18 de marzo de 2007, a los 90 años de edad en su casa de Colombo, capital de Sri Lanka, debido a una insuficiencia neumológica. Pasó su vida explicando el mundo científico a través de relatos de ficción y para ello, recorrió numerosos países viviendo experiencias que formarían parte de su historia literaria. Su recorrido ha sido tan complejo que Gerardo Sifuentes, periodista, en colaboración con Google maps, le rinde un merecido homenaje con la creación de un mapa donde hacer recorrido por su historia en los lugares que estuvo y descubrir qué hizo en cada uno.
El autor Arthur C. Clarke era tan consciente de la importancia de sus predicciones y del nuevo mundo al que nos enfrentaríamos cuando él ya no estuviera, que el día del estreno de ´2001, Odisea en el espacio´ aseguró: “Si alguien entiende la película en el primer visionado, es que hemos fracasado.”