En concreto, ha sido anulado el párrafo 103 del Código Penal alemán, que establece que jefes de Estado extranjeros, miembros de gobiernos o representantes diplomáticos de otros países gozan de la protección de la dignidad estén o no en Alemania.
Este párrafo acaparó numerosos titulares en 2016 después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunciara al presentador de la televisión alemana Jan Böhmermann acogiéndose a esta ley. Sin embargo, el proceso contra el cómico por haber leído en la televisión un poema grosero contra Erdogan fue desestimado.
El poema titulado «Crítica difamatoria» desató la indignación en Turquía y llevó a Ankara a solicitar a Berlín la autorización necesaria para que la Justicia germana pueda abrir un proceso penal contra él. Desde el mundo de la política surgieron numerosas voces que denunciaron que perseguir penalmente a una persona por una sátira por delito de lesa majestad no podía tolerarse en una democracia moderna.
El caso empeoró las relaciones entre Alemania y Turquía en un momento en el que la Unión Europea estaba pendiente de que Ankara apoyara la lucha contra la crisis migratoria.