Seibert ha recalcado que, de esta forma, no se aprobarán nuevos contratos durante el periodo que va hasta el 30 de septiembre de este año, tras una reunión ministerial encabezada por la canciller, Angela Merkel.
El Ejecutivo del país europeo acordó prohibir la venta de armas a los países implicados en el conflicto en Yemen tras tomar posesión en marzo de 2018, si bien permitió que las órdenes ya existentes fueran tramitadas.
Sin embargo, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel y sus aliados de la Unión Social Cristiana (CSU) habían presionado para poner fin a la prohibición argumentando que estaba causando tensiones con importantes aliados.
Después de cuatro años de guerra, los huthis controlan la mayoría de las zonas pobladas del país, mientras que el Gobierno del presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi se sostiene en el reducto de Adén, en el sur, gracias al apoyo militar de Arabia Saudí y sus aliados.
La guerra ha sumido al que ya era el país más pobre del Golfo en la peor crisis humanitaria del mundo. Según la ONU, unas 16.000 personas han muerto y el 80 por ciento de la población depende de la ayuda para sobrevivir.