«El mundo laboral, particularmente, puede albergar riesgos para las personas refugiadas y para quienes sufren algún tipo de desplazamiento forzoso. Muchas personas no tienen otra opción excepto trabajar en el sector informal, lo que las expone a condiciones laborales abusivas e inseguras, inclusive violencia de género,» ha hecho saber Grandi.
A punto de que se celebre el 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ACNUR lamenta que el acceso al trabajo lícito y seguro continúe viéndose como una realidad lejana para muchos refugiados en sus países de asilo.
«Necesitamos medidas más fuertes y decisivas para proteger a las mujeres y niñas refugiadas que continúan estando expuestas a la violencia sexual y de género», ha declarado la enviada especial de ACNUR, la actriz Angelina Jolie.
«Para muchas, el riesgo de ser violadas o abusadas sexualmente está presente en todos los aspectos de sus vidas, incluso en las tareas más básicas, como recolectar agua o leña. Espero que la comunidad internacional renueve su compromiso para acabar con estos actos violentos y se centré en hallar soluciones prácticas de manera urgente»m ha añadido.
El Alto Comisionado apuntó que ACNUR también participa activamente en la lucha contra la violencia sexual que afecta a su propio personal. «El acoso sexual es tanto inaceptable como injustificable y hemos tomado una serie de acciones decisivas para asegurar un especio de trabajo seguro y respetuoso para todos los trabajadores», según Grandi.
Entre ellas, ha añadido, «se incluye una línea de asistencia independiente para trabajadores que quieran informar sobre malas conductas o necesite asesoramiento; es una prioridad fundamental para la organización.»