La pena del muerte sigue siendo un tema controvertido en todo el mundo. Según Amnistía Internacional (AI), al menos 682 personas fueron ejecutadas en 21 países en 2012. Esto significaría que aproximadamente el 10% de los países en todo el mundo utilizó la pena de muerte.
La mayoría de las ejecuciones, según esta organización, tuvieron lugar en China, Irán, Irak, Arabia Saudí, Estados Unidos y Yemen, por este orden. Llama la atención que uno de los países más democráticos del mundo se encuentre en este grupo.
Según los datos recogidos por AI, China ejecutó ese año a más personas que el resto de los países del mundo juntos, aunque se desconoce la verdadera magnitud del uso de la pena de muerte en en este país, pues los datos al respecto se consideran secreto de Estado.
Amnistía Internacional recogía en este informe el aumento que había experimentado Irak en el uso de la pena de muerte: fueron ejecutadas al menos 129 personas, casi el doble que en 2011, cuando la cifra fue de al menos 68.
Un total de 140 países de todo el mundo, más de las dos terceras partes, son abolicionistas en su legislación o en la práctica. El 20 de diciembre de 2012, 111 Estados miembros de las Naciones Unidas votaron a favor de la cuarta resolución de la Asamblea General sobre una moratoria del uso de la pena de muerte.
Los conflictos en Oriente Medio y Norte de África dificultaron, según AI, la evaluación de los acontecimientos relacionados con la pena de muerte en la región. Irán volvió a ser el máximo ejecutor de la región y el segundo del mundo, mientras que en Irak se observó un incremento de las ejecuciones. Arabia Saudí, Irak, Irán y Yemen fueron responsables del 99 por ciento de las ejecuciones confirmadas en la región en 2012.
En Asia, tres países volvieron aplicar la pena capital
En Asia se reanudación las ejecuciones en India, Japón y Pakistán tras un largo periodo sin aplicar la pena de muerte.
En noviembre, India llevó a cabo su primera ejecución desde 2004 con el ahorcamiento de Ajmal Kasab , uno de los hombres armados que perpetraron los atentados de 2008 en Bombay.
En Japón se reanudaron las ejecuciones después de un lapso de 20 meses, con la ejecución de tres condenados a muerte en marzo, seguida de la de otros cuatro más adelante en el año.
Vietnam, en cambio, no ejecutó ninguna condena a muerte; Singapur mantuvo una moratoria de las ejecuciones y Mongolia ratificó un tratado internacional clave por el que el país se comprometía a abolir la pena capital.
EE.UU., único país de América
En América, Estados Unidos sigue siendo el único país que aplica la pena máxima: el número total de ejecuciones, 43, fue idéntico al de 2011, pero sólo 9 estados aplicaron la pena, en comparación con los 13 del año anterior.
Connecticut se convirtió en el 17º estado abolicionista en abril, mientras que el referéndum sobre la abolición de la pena de muerte celebrado en California fracasó por un estrecho margen en noviembre.
En el Caribe de habla inglesa siguieron sin llevarse a cabo ejecuciones, pero se documentaron 12 condenas a muerte en 3 de los 12 países de la zona.
Precisamente en EE.UU. se encuentra preso Pablo Ibar, el único español condenado a muerte en el mundo. De doble nacionalidad, estadounidense y española, Ibar fue condenado a muerte en el año 2000 en Estados Unidos, y desde entonces está en el corredor de la muerte de la penitenciaría de Starke, en Florida. Pablo Ibar sigue declarándose inocente.
Y en Europa, Bielorrusia es el único es el único estado que lleva a cabo ejecuciones. En 2012 ejecutó a tres hombres en estricto secreto.
La abolición avanza en África
En el África subsahariana continuaron los avances hacia la abolición. Benín adoptó medidas legislativas para eliminar las disposiciones pertinentes de su legislación y Ghana tiene previsto abolir la pena de muerte en su nueva Constitución. En Sierra Leona ya no hay ninguna persona condenada a muerte.
Sin embargo, de 2011 a 2012 creció considerablemente el número de ejecuciones y sentencias de muerte dictadas en la región, debido a las cifras más elevadas de Sudán y Gambia.
En agosto se llevaron a cabo nueve ejecuciones en Gambia, las primeras en el país en casi tres decenios. Tras la protesta internacional, el presidente Jammeh anunció una moratoria “condicional” de las ejecuciones que se “levantaría automáticamente” si aumentaban los índices de delincuencia. En Sudán hubo al menos 19 ejecuciones y 199 condenas a muerte.
Menos indultos que en 2011
En 2012 se registraron indultos o conmutaciones de condenas de muerte en 27 países, menos que en 2011, cuando la cifra fue de 33. Además, se impusieron al menos 1.722 condenas de muerte en 58 países, menos que en 2011, cuando se impusieron 1.923 en 63 países.
Al final de ese año, había al menos 23.286 personas condenadas a muerte.