Según informó la empresa en un comunicado, este vehículo se convierte en el modelo más potente en los 112 años de historia de la marca y permite a la compañía hacer una nueva incorporación al segmento de los vehículos premium de más altas prestaciones.
El presidente de Cadillac, Johan de Nysschen, afirmó que las series V representan lo mejor de la firma estadounidense, «el pináculo del diseño y las capacidades técnicas de la corporación automovilística».
Este vehículo incorpora una motorización de gasolina de 6.2 litros V8 que está asociada a una transmisión automática de ocho velocidades con levas en el volante. Además, el modelo dispone del sistema Performance Algorithm Shifting y de ayuda al arranque desde parado.
Con este propulsor, el nuevo vehículo de Cadillac es capaz de acelerar de cero a cien kilómetros por hora en 3,7 segundos, mientras que también puede alcanzar una velocidad máxima de 320 kilómetros por hora.