«Toca pensar ya en Sachsenring, un circuito que habitualmente se me da bastante bien, aunque no podemos ir pensando en eso, ya que tenemos unos rivales muy fuertes. El objetivo ahora es ganar las dos carreras que nos quedan antes del parón de verano, en Alemania y en Laguna Seca, y poder ampliar aún más nuestra ventaja», afirma este lunes en su blog.
Precisamente, después del último Gran Premio de Holanda, el catalán afirma que la lectura positiva del fin de semana, donde finalizó en cuarta posición, fue ampliar algo más la ventaja con respecto a Jorge Lorenzo (Yamaha). «Aunque ha sido complicado, ha servido para seguir sumando puntos en la clasificación general», expresa.
Asimismo, el español reconoce que, desde el principio, le costó encontrar en la configuración adecuada y, al tener unas condiciones ambientales «tan cambiantes», se le hizo aún «más cuesta arriba». «Si desde el primer día empiezas a dar con la tecla, todo es más sencillo, pero si te quedas un poco atrás, como nos ha pasado esta vez, hay una dificultad añadida», explica.
Aún así, el piloto de Repsol señala que la carrera empezó «bastante bien», aunque enseguida se dio cuenta de que la falta de agarre no le permitía pilotar «tan rápido como sentía que podía hacerlo». «Cuando íbamos ya por la segunda mitad e iban pasando las vueltas, no podía mantener el ritmo, y pensé que era mejor sumar que arriesgar demasiado e irme al suelo y quedarme con el cero en el casillero», concluye.