La candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, se presentó hoy como la garante de un Madrid “libre” y “próspero”, mientras que el del PSOE, Antonio Miguel Carmona, reivindicó un Madrid “decente” donde no quepa la corrupción.
Aguirre abrió el debate cara a cara en Telemadrid, muy atropellado debido a los 21 minutos de tiempo de que constó divididos en tres bloques, defendiendo un modelo de ciudad parecido al que impuso en la Comunidad cuando la presidió.
Así, recordó que amplió el número de hospitales y de profesionales sanitarios y que hizo una región de libre elección de colegios y centros sanitarios, y aseguró que “libertad” es una palabra que da “alergia” a los socialistas.
Carmona le criticó que se refiriera a la Comunidad y no a la ciudad, y le acusó de llevar imputados en listas municipales como la de Brunete, que son competencia suya en tanto que presidenta del PP de Madrid.
El modelo de ciudad que defendió fue uno centrado en lo social, en especial en los mayores, las mujeres, las escuelas infantiles, las personas con discapacidad, los inmigrantes y el colectivo LGTB. “Una ciudad decente donde no haya tamayazos, Bankia, Gürtel”, sino “honradez y decencia”, dijo.
REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA
El candidato socialista siguió por esta última senda en el segundo bloque por estar dedicado a regeneración democrática; un apartado en el que dijo que Aguirre no debería intervenir, porque sería como si el presidente de Corea del Norte lo hiciera en uno sobre democracia pluralista.
Esgrimió a su interlocutora la carta del concejal de Boadilla que ya en 2006 le alertó de la trama Gürtel, que a juicio de Carmona demuestra que Aguirre “no hizo nada”. Él, por su parte, sacó a colación su propuesta de crear una Oficina Antifraude regentada por un juez que fiscalice todas las decisiones políticas que tome el Ayuntamiento.
La candidata del PP se defendió alegando que Bankia fue “un invento” del Banco de España cuando gobernaba el PSOE y que la Ley de Cajas que puso a representantes de los partidos y los sindicatos, que no sabían de finanzas, en los consejos de administración, fue también de paternidad socialista.
“Con el tamayazo miente y sabe que miente”, espetó a Carmona, atribuyéndolo a que está “loco por alcanzar el poder”, como cuando era diputado nacional y dimitió por decir que el PSOE iba sobrado de votos y si no hundiría otro barco, en alusión al Prestige, que incrementó la expectativa de voto socialista.
Aguirre sostuvo que nadie puede estar libre de los corruptos, y que “lo importante es qué se hace cuando se descubren los primeros indicios”, y ella lo que hizo fue pedir perdón y hacer dimitir a los implicados. Además, para combatir casos futuros propuso poner todos los datos de las contrataciones municipales en el Portal de Transparencia y adjudicarlas por criterios objetivos, por antonomasia el precio.
GRANADOS
Para ser consecuente con esa transparencia, Carmona le incitó a que publique su declaración de la renta, y le advirtió de que “no es quién para dar lecciones de honradez” habida cuenta de que su mano derecha, Francisco Granados, se llevó 11 millones a Suiza. Una razón por la que cree que Aguirre debería haber dimitido igual que lo hizo él cuando se conoció su frase de hundir otro barco; una decisión de dimitir de la que se declaró orgulloso.
Contestando a la primera acusación de Aguirre de que el PSOE no quiere libertad, Carmona dijo que Pinochet también presumía de libertad y que tenía una televisión pública más tolerante que la propia Telemadrid. En cuanto a las adjudicaciones de servicios, el candidato socialista acusó al PP de privatizar la EMVS vendiendo sus viviendas a fondos buitre.
Con unos segundos que sobraron a ambos intervinientes en este segundo bloque, Aguirre preguntó a Carmona si se considera rico cobrando 140.000 euros como profesor y diputado autonómico, y, ante el no del candidato socialista, contestó que se alegraba, porque ella no tiene interés en acabar con los ricos, sino con la pobreza. Por su parte, Carmona se dirigió directamente a su rival y la interpeló: “Míreme a los ojos. Yo quiero acabar con la corrupción, usted no”.
El tercer bloque, aunque dedicado a propuestas económicas, Aguirre lo abrió para insistir en su proclama habitual de que ella no se ha llevado un euro, para luego prometer que bajará los impuestos y acabará con el “afán recaudatorio” del Ayuntamiento.
IBI
Por ejemplo, dijo que quiere bajar el IBI al mínimo, además de revisar a la baja los valores catastrales y las plusvalías municipales, y acabar con normativas “absurdas” como la que limita a 90 el número de comensales que puede tener un restaurante. También afirmó que descentralizará todo a las juntas de distrito.
Carmona replicó que él lleva pidiendo bajar el IBI 10 años, mientras el PP lo triplicaba, y que además sabe cómo hacerlo: refinanciando la deuda ahora que los intereses están en mínimos y ahorrar así 200 millones que servirán para bajar los impuestos.
También criticó que el PP tiene atrapados a los pequeños empresarios, a los taxistas por el intrusismo y volvió a insistir en la corrupción, parafraseando la frase del Evangelio al ironizar que lo que se llevaba a Suiza “su mano derecha” (Granados), parece que no lo sabía su izquierda. Aguirre le avisó: “Usted va por muy mal camino”.
Carmona incidió que “toda España sabe lo que usted no ha querido mirar”, abogó por una EMT y unos servicios públicos, que son más baratos si son gestionados por funcionarios, a quienes cree que Aguirre ha ofendido, en lugar de “privatizar y dárselo a sus amigos” como achacó a su interlocutora. Ésta señaló que la ley permite que los servicios los gestionen también empresas adjudicatarias, y se declaró partidaria de utilizar la forma más barata.
CONCLUSIÓN
En su turno final, en el que pudo dirigirse directamente a los telespectadores, Carmona resumió su enfoque diciendo que el domingo se celebrará en las municipales de Madrid “un plebiscito contra la corrupción y la impunidad”, y defendió que “la decencia es lo primero” y que él quiere “devolver Madrid a los madrileños”, no que la ciudad pertenezca a un partido o a un grupo de amigos.
Por su parte, Aguirre aseguró que se presenta a los comicios con “los mismos principios y valores” que ha defendido siempre”, y dijo a los televidentes: “Todos me conocen. Quiero hacer de Madrid una ciudad líder como ya hice una región líder. Una ciudad más limpia, más verde, más libre y más abierta”.