La escritora Montse Barderi recrea la Segovia del siglo I en su última novela, «Los Arcos del Agua», una intriga histórica en la que, según ha explicado, evoca la Hispania romana a través de Lucio, un joven romano que viaja a la península para finalizar el acueducto.
«Los Arcos del Agua» (Ediciones B) es una novela de misterio en la que Lucio, el personaje protagonista, recibe el encargo de continuar con la construcción del acueducto tras el asesinato de su maestro Arístides, quien se encargaba del proyecto.
A partir de ese momento, la vida del joven romano corre peligro, pero su pasión por la arquitectura, el deseo de descubrir al asesino de su apreciado maestro y el amor por Amal, una chica albina, harán que no desfallezca.
Aunque hoy en día las novelas históricas tienen mucho éxito, Barderi ha asegurado que situar su trama en ese período es una excusa que le ha permitido tratar cuestiones de género, de filosofía y reflexionar sobre la vida: «mi objetivo era hacer una novela que hiciera pensar al lector en algunos temas y que le aportara algo una vez finalizada».
Barderi escogió situar la historia en la Hispania del siglo I ya que «era un momento histórico con muchas posibles influencias y situaciones» que le han permitido jugar con la «consolidación del Imperio Romano, con el fanatismo, las sectas y el poder político», ha resaltado la autora.
Segovia y la construcción de su acueducto era un buen telón de fondo para la trama ya que, según la escritora, en esa época, la ciudad castellana tenía una buena proyección y vivía una «gran expansión», lo que posibilitaba una mayor circulación de personas por ese territorio.
Barderi ha dibujado un retrato lo más cercano a la realidad posible, por lo que muchas de las referencias históricas o costumbristas que aparecen en la obra tienen fundamentos documentados.
«He querido ceñirme al máximo a la realidad y si tenía que hablar sobre un tipo de muerte he procurado que fuera real y si tenía que hacerlo sobre una comida, que estuviera descrita y documentada», ha resaltado Barderi.
En este contexto, Lucio, un patricio romano con una visión amplia del mundo aprendida de su maestro Arístides, tiene que afrontar los miedos y las dudas que le asaltan al emprender un viaje tortuoso que le llevará a la construcción del acueducto.
«No quería que fuese un 007 del Imperio Romano» -asegura la autora- y por eso aparece como una persona reflexiva, bidireccional y que a veces tiene miedo de las situaciones.
Después de un año y medio de trabajo, consultando bibliografía y hablando con expertos de la época, Barderi confiesa que la sociedad que se ha encontrado no difiere tanto de la actual, «se trataba de una sociedad clasista, sexista, con un sistema muy parecido al capitalista y… ¡con unos impuestos muy elevados!».
«Creemos que la romanización fue fácil y protectora pero no fue así», explica Barderi quien ha recalcado que los romanos llegaron a la península para sacar el máximo beneficio posible sin tener en cuenta la calidad de vida de los íberos, «no fue una invasión nada dulce».
«Los Arcos del Agua» es la primera incursión en la novela histórica de Barderi, quien ha asegurado que ya está pensando en su segundo trabajo, del que ha desvelado que podría situarse durante el período de la Ilustración a pesar de que, según la autora, lo primero es tener claro la «historia que hay que contar» y luego buscar un «emplazamiento con el que puedas jugar».
Júlia Talarn.