El cuadro –de óleo y cuerda sobre lienzo–, con un valor estimado de entre 60.000 y 80.000 euros, fue un regalo de Manolo Millares a Camilo José Cela en 1960 y está firmado y dedicado al escritor en el reverso, donde se puede leer «A Camilo J. Cela, con un abrazo».
Precisamente, el Premio Nobel de Literatura dijo sobre esta obra: «La tela es un campo de batalla. Y en ese campo abierto Miralles se plantea su propia y cruenta pelea cada mañana luchando, sin excesivas esperanzas, en la órbita que, como el arte mismo, no tiene principio ni fin. Un arte desesperado es siempre final y principio y lo que se persigue no es buscar la ordenación del caótico momento sino la unión con la misma realidad».