La costumbre de poner monigotes en la espalda de los incautos asociada al día de los Santos Inocentes tiene un discutido origen. En varios medios de comunicación y páginas de costumbres españolas se explica que dichos monigotes, generalmente de papel, son conocidos como Llufes, principalmente en Catalunya.
Según el libro Nadal Català de Joan Soler y Amigó (ed. Pórtic, 1995) «Les llufes son unos espíritus etéreos, seres de aire o viento, parecidos a las hadas o a los duendes. Se cree que durante el final del año, las llufes rondan por todo por todas partes, silenciosas y traviesas, riéndose de la gente demasiado inocente, escarneciéndola, preocupándola… Por esto al muñeco de papel que se cuelga el día de los inocentes se le denomina llufa».
Así que habrá que estar pendientes de que no nos pongan un duende colgando durante la fiesta, si no queremos parecer unos inocentones
El pez de abril y All Fools» Day
April Fools »Day, también llamado All Fools» Day, es la versión de nuestra fiesta de los Santos Inocentes que se celebra en la mayoría de los países anglosajones en el primer día de abril.
La fiesta recibió su nombre de la costumbre de gastar bromas en ese día, pero aunque se celebra desde hace siglos, hay diferentes versiones sobre el origen. Según la Enciclopedia Británica, la costumbre moderna del April Fools »Day puede tener su origen en Francia, cuando se aprobó el calendario gregoriano en 1582.
El nuevo calendario supuso de facto el fin de la celebración del Año Nuevo (la Nochevieja) el día 25 de marzo, como se hacía en algunas zonas de Europa. Para los que no se enteraron de que el Año Nuevo se había fijado el 1 de enero y siguieron celebrándolo el 1 de abril, se había instaurado el All Fools» Day.
Hay variaciones en el modo en el que se celebra esta fiesta de los Inocentes, aunque es común a todos los países el buscar una excusa para hacer parecer tonto a alguien. En Francia, por ejemplo, a la persona que se deja engañar la llaman poisson d»avril (pez de abril), quizás en referencia a un pez joven y por lo tanto incauto, que fácilmente es capturado. Por eso nuestro vecinos galos no pegan monigotes a la espalda de sus víctimas, sino un pez de papel.