El futuro ya está aquí: llega la tecnología »vestible», un mundo hiperconectado y los pagos »invisibles». Llega también un mundo más obeso, pero en el que habrá menos posesiones materiales y más »compartir». Según apunta Ford, en su informe sobre las tendencias que llegan, ya empezamos a ver las que serán las realidades del día a día mañana.
En primer lugar está la realidad del pago virtual: pagaremos a través de nuestros relojes y nuestra ropa. De hecho, ya es así: en 2013, los pagos a través del móvil fueron 245 millones en todo el mundo. Para 2017, se espera que sean 450 millones. Esta tecnología llega para quedarse y quizá sea donde menos lo esperemos: África es el futuro móvil y ya supone un 52% de los pagos a través de estos dispositivos, apunta el informe. Además, hay proyección de futuro: los jóvenes son los más dispuestos a adaptarse a esta realidad: un 45% de los nacidos en los 90 asegura estar a gusto conectando su forma de pago a través de un aparato vestible.
El informe estudia las tendencias, pero no sólo en cuanto a tecnología: vaticina cambios en la forma de ver a las familias, que dejarán de ser »tradicionales», ya que la mayoría de jóvenes ve el núcleo familiar como algo extendido y no tradicional. Un 60% de los jóvenes de todo el mundo apoya los «métodos no tradicionales de compañerismo». En EEUU, un 41% de los niños ya nacen fuera del matrimonio y ya son sólo un 20% las familias que se pueden enmarcar en la categoría de »familiar nuclear».
Será también un mundo cada vez más móvil: un 80% de los jóvenes encuestados considera que trabajará en otro país diferente al que ha nacido. Será además un futuro en el que seremos más celosos de nuestra intimidad: un 78% de los milenials quiere ver protegida su privacidad, frente a un 59% de personas mayores.
Los coches se adaptarán a la obesidad
Los »futurólogos» del mundo de la manufacturación de vehículos también vaticinan cambios en el sector. Y según una de ellos, Sheryl Connelly, ejecutiva de Ford, los coches del futuro deberán cambiar para hacer frente a una población cada vez más »ancha de cintura». Según Connelly, si los fabricantes no se adaptan a la nueva realidad, las carreteras podrían convertirse en lugares cada vez más peligrosos. El estudio calcula que un 47% de los jóvenes de la Generación Z será obeso para cuando llegue a la edad adulta.
Según la experta, que trabaja en el departamento de «tendencias y futurismo de consumo global», los vehículos de los próximos años deberán cambiar de tamaño y ajustarse a una epidemia de obesidad que, además de agrandar el espacio que ocupan los coches, tendrá que adaptarse a unos reflejos cada vez más lentos.
Según el diario The Telegraph, Connelly asegura que la conducción será cada vez más peligrosa en las carreteras a menos que los fabricantes se adapten introduciendo mejores medidas de seguridad o acelerando el desarrollo de coches sin conductor que da el control a los ordenadores.
Según la experta, acciones tan básicas como dar marcha atrás podían dificultarse con conductores más obesos, al no poder girar la cabeza o mirar por encima del hombro, por ejemplo, asegura. En algunos modelos ya hay incorporadas cámaras que permiten ver detrás del coche. El informe que ha elaborado Connelly vaticina también un auge en los coches pequeños, con uno, dos o tres asientos, debido a que gran parte de la población mundial usa el coche de manera individual.