Lo que empezó siendo un rumor, acabó convirtiéndose en la más cruda de las realidades. Heidi Klum y Seal, una de las parejas más sólidas del panorama internacional, ponía punto y final a su historia de amor.
«The end (Fin)». Tan solo hizo falta esa escueta frase, tuiteada por el propio cantante, y la foto de unas alas tatuadas para dejar claro que lo suyo con la supermodelo había terminado.
Sin embargo, dos días más tarde, veíamos a Seal paseándose por varios programas de televisión. ¡Y en plena promoción de su nuevo disco Soul 2! Lo que nos lleva a pensar si se trata de un divorcio verdadero o un poquito de teatro para aumentar las ventas, ahora que estamos en crisis.
Después de abrir su »corazón partío» de plató en plató y explicar los motivos reales de su repentina ruptura con Heidi, nos enterábamos de manos del portal »TMZ» que las causas del divorcio se deben al «temperamento volcánico» del cantante y su incapacidad para controlar su rabia. Ni más ni menos.
Y, cuando creíamos haber dado con el quid de la cuestión, llegan los de la revista »People» y nos dicen que Klum y Seal llevaban seis meses tambaleándose. Pero, ¿por qué aguantar tanto? Simplemente, porque «era lo que todo el mundo esperaba».
El culebrón no acaba aquí, no. Para sorpresa de todos, el cantante ha declarado que podría «reconciliarse con Heidi en un futuro». ¿Que dónde ha soltado esto? Pues dónde va a ser, en otro programa de televisión.
«La quiero con todo mi corazón», declaraba con absoluta firmeza el artista británico, añadiendo: «Todavía llevo mi alianza de matrimonio porque todavía estoy casado con esa increíble mujer. Es un símbolo de respeto, lealtad y maravillosos recuerdos», para dar más dramatismo al asunto.
Hasta aquí llega esta telenovela. Y a nosotros no nos queda nada claro: ¿Será posible una reconciliación? ¿Es que no existen las parejas ideales en Hollywood? ¿O se trata de un montaje?